Cristina Fernández de Kirchner pisó suelo katopodista en una de las zonas más vulnerables. Visitó el Club Deportivo Suarez, institución que posee un merendero, un comedor y ropero comunitario, y que está ubicada en el límite de Villa Hidalgo y el asentamiento La Carcova. Junto al candidato local a concejal de Unidad Ciudadana Hernán Letcher presenció un torneo femenino de fútbol solidario, se reunió con jóvenes que aprenden el oficio de barbería y compartió una charla con mujeres que asisten a clases de zumba.
Más allá de las actividades de “color”, la ex presidenta ante cientos de seguidores puso sobre el tapete temas como la incipiente instalación de medidores de electricidad con tarjeta en el Conurbano. Y disparó, «es violatorio, no puede ser de carácter prepago. Por definición tiene que ser acceso a toda la gente» y no por un pago previo.
«Quieren poner, y en La Matanza ya lo hacen, medidores prepagos. Cuando alguien no paga y le cortan la luz le ponen un medidor con tarifa prepaga», denunció parada sobre la tarima que se armó en la calle Italia. «No es posible que les pongan un medidor prepago, y no es legal», argumentó. Consideró que por el alza del costo de vida y la precaria situación laboral para muchas familias será insostenible sostener ese sistema.
Por el contrario propuso, «¿qué tal si vamos a ese Parlamento a poner un poco de orden a este tema de los servicios públicos?», ya que «en la Constitución redactamos que el Estado debe garantizar los servicios públicos de calidad a la gente».
«Se apoderaron del Estado grupos empresarios. ¿Saben quiénes son los dueños de las empresas que aumentan las boletas diez veces? Son los que están en el Gobierno y sus amigos», lanzó. Por eso consideró, «no tenemos que volver nosotros, el Pueblo tiene que volver. Y tienen que devolverle el Estado a la sociedad, que no puede permitir que sea apropiado por grupos empresarios. Y debemos garantizar el trabajo, los servicios públicos y los alimentos».
EL NARCOTRÁFICO Y LA DESOCUPACIÓN
Sorprendió la ex mandataria al manifestar su preocupación por la inseguridad y el narcotráfico, pero lo ligó con un aumento de la desocupación. «Aquí en San Martín donde la inseguridad y narcotráfico son una preocupación de los vecinos y vecinas, le digo que cuanto más se precarice, cuanto más puestos de trabajo se pierdan, más se va a insertar esa lacra del narcotráfico», analizó. Por eso sostuvo que «la precarización laboral es el mejor socio para el narcotráfico».
Por otro lado pidió por Santiago Maldonado y ante la prensa disparó que «claramente se trata ya de un encubrimiento», en referencia a la actuación de funcionarios nacionales y judiciales a favor de la Gendarmería.
No soslayó el capítulo de las eternas pujas peronistas, acusando a factores externos por la fragmentación actual. «A los peronistas quieren dividirnos y no tenemos que permitirlo. Tenemos que juntar todas las fuerzas de los que no estamos de acuerdo con lo que está pasando para volver a tener una voz».
En la visita por el Deportivo Suárez, la candidata a senadora nacional recordó sus visitas anteriores a San Martín «en el marco de un país y un distrito que recuperaba las mejores tradiciones del trabajo industrial». Aunque en la actualidad «tenemos que reconstruir muchos corazones industriales en la provincia de Buenos Aires».
Participaron también de la actividad de campaña Oscar Parrilli, la diputada nacional Cristina Álvarez Rodríguez y diversos dirigentes locales.
