El PJ, en ebullición

El PJ bonaerense realizó un congreso con la unidad como principal punto. En San Luis quedó claro que el panorama nacional es más complicado.

El Partido Justicialista busca la fórmula para convertirse nuevamente en una opción electoral exitosa y, a su vez, recuperar poder político. En ese sentido, hubo en los últimos días encuentros en el plano nacional y bonaerense, con marcos más y menos institucionales.

Por un lado, el PJ de la provincia de Buenos Aires tuvo su primer congreso de 2018, del cual salió una tímida foto de unidad. La convocatoria fue para elegir a los miembros que conducirán el órgano partidario, la Junta Electoral y para promover la reforma de la Carta Orgánica, con el objetivo que no se sancione a los peronistas que compitieron en las listas de otros partidos.

Casi en paralelo, varios dirigentes nacionales coincidieron en una reunión en San Luis, que confirmó el regreso de Hugo Moyano a la “cáscara vacía” y expuso una extraña interna entre los hermanos Rodríguez Saá.

TODOS UNIDOS TRIUNFAREMOS

El PJ bonaerense se reunió este sábado en Hurlingham, distrito al que llegaron referentes con peso territorial, del kirchnerismo, massismo y con representación gremial.

El encuentro sirvió para conformar el principal órgano de discusión partidaria que es ahora presidido por el ex intendente matancero Fernando Espinoza. En la integración tuvieron en cuenta a miembros de todos los espacios.

Existieron dos señales: las críticas a la gobernadora Vidal, “la cara de Macri en Provincia”; y los gestos de unidad partidaria que llegaron hasta la amnistía de los díscolos de los últimos comicios. Esto significó, principalmente, un guiño para el massismo y el randazzismo.

Por fuera de los gestos de igualdad y consenso, la discusión fue el reparto de los 300 cargos en juego. En ese punto fueron visibles las pujas, los jefes comunales hicieron pesar su territorialidad y marcaron la cancha.

“Hoy es un día histórico”, señaló el presidente del PJ bonaerense, Gustavo Menéndez,  quien agregó que “cambiamos muchas cosas que nos permitió que nuestro partido sea moderno y que hacen que el peronismo abra los brazos y el corazón hacia aquellos compañeros que por diferentes motivos han representado electoralmente a otros partidos”.

REUNIÓN EN SAN LUIS

Regresado al PJ, Hugo Moyano se convirtió, a falta de otros actores, en la estrella de la cumbre peronista de La Pedrera. Menos diversa de lo prometida, Alberto Rodríguez Saá fue el único gobernador presente, y el encuentro aportó una foto con identidad mayoritariamente K.

El faltazo de jefes del PJ, como el sanjuanino Sergio Uñac y el riojano Sergio Casas, que aparecían en el fixture oficial, fue atribuido a “aprietes” del gobierno, oficios que endilgaron a Rogelio Frigerio. “Extorsionan”, bramó Agustín Rossi; “son cobardes”, levantó el tono Jorge Capitanich, en referencia a los que peronistas dialoguistas.

En voz baja hubo otro reproche por la irrupción de Adolfo Rodríguez Saá, rabioso contra el encuentro y avisando que no asistiría.

Bajo el lema «hay 2019», el hashtag que patentó el anfitrión y se convirtió en grito de guerra, un punteo de la asistencia indica que  estuvieron el dispositivo K, el sector de Rodríguez Saá y el moyanismo. Además, dijo presente el PJ bonaerense, representando por un puñado de intendentes.

Hacía tiempo que no había un mitín peronista de esa dimensión, hacía más tiempo todavía que no se hacía algo así fuera del AMBA y, tercero, la convocatoria no nació del kirchnerismo. Sería el primero de seis encuentros a lo largo del año.