Qué dejó la cumbre de gremialistas en Mar del Plata

En medio de la tensión con la Casa Rosada, Barrionuevo convocó al tradicional asado en la ciudad balnearia. Moyano y Palazzo, entre los presentes. El documento y las declaraciones.

Todos los años, Luis Barrionuevo aprovecha enero para juntar a su tropa en Mar del Plata, en un asado en el que se discuten los temas que más preocupan a las cabezas de los gremios y se miden apoyos de cara al año que comienza. Esta vez, el encuentro tuvo, además, el condimento especial de la fuerte tensión entre los sindicatos y el gobierno nacional.

El  anfitrión dio cita en el Hotel Presidente Perón (UTHGRA) a Hugo Moyano, de Camioneros, al bancario Sergio Palazzo, Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña, integrantes del triunvirato de la CGT, Omar Plaini (Canillitas) y el judicial Julio Piumato. Mientras que el gran ausente al almuerzo fue Roberto Fernández, de UTA, sector clave para cualquier medida de fuerza.

Antes de cerrar las puertas a la prensa para las discusiones, Schmid hizo una breve pero fuerte declaración, en la que acusó a la Casa Rosada de «atacar a la estructura sindical», embates que piensan contrarrestar con medidas que serán analizadas en el cónclave.

Según el miembro del triunvirato que conduce la CGT, el Gobierno «confunde todo el universo sindical con situaciones puntuales». Sin nombrarlos, Schmid se refería a los casos del «Pata» Medina, Marcelo Balcedo y Humberto Monteros, los gremialistas detenidos en los últimos días por corrupción y lavado de dinero.

«Eso lo tiene que resolver la Justicia, pero enlodan y condenan mediáticamente y a través del sistema judicial, que sigue al color político que está gobernando para enjuiciar al sindicalismo», agregó Schmid, al tiempo que sostuvo que el Gobierno utiliza «prácticas emparentadas con la dictadura».

En cuanto a las inminentes paritarias, advirtió que el 15% «es una fantasía que no la va a aceptar nadie». Barrionuevo había manifestado hace unos días una sutil amenaza al referir que «Alfonsín y De la Rúa atacaron a los sindicatos y no terminaron su mandato», comparación que no fue bien recibida dentro de Cambiemos.

En cuanto al secretario general de los Camioneros, Moyano, si bien compartió la semana pasada un acto junto a Jorge Triaca en la inauguración de un sanatorio de su gremio, avanza sobre él una investigación por evasión y lavado. La denuncia fue realizada el pasado viernes 12 de enero por la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (PROCELAC) y recae también sobre su hijo Pablo.

Además de Fernández (Colectiveros), los grandes ausentes del encuentro fueron los líderes de los «Gordos» e «Independientes», así como Oscar Mangone, de las 62 Organizaciones Peronistas.

DOCUMENTO

En el documento que se originó tras la cumbre, los dirigentes gremiales mostraron su preocupación por «un gobierno de CEO, directores, accionistas, dueños de empresas nacionales y multinacionales» que «beneficiaron de manera ostensible a sus propios intereses».

Además, indicaron que eligieron al peronismo como enemigo para «la construcción de un relato desde un lugar confortable», razón por la cual atacaron a ex funcionarios y sindicalistas con investigaciones por corrupción.

«El dialogo pasó a ser un monólogo, mesas a las que sentados todos, nadie se iba con obligaciones (salvo, por supuesto, los trabajadores)», indica el comunicado. También señala que la gestión de Mauricio Macri sólo perjudicó el poder adquisitivo, blanqueó las deudas de los evasores, redujo sueldos y jubilaciones y endeudó al país de manera inaudita.

Por lo tanto, la central obrera repudió los cambios en materia laboral y previsional, exigió paritarias libres y sin tope, mostró su acompañamiento a las organizaciones que están en contra de las medidas y llamó a crear un comité de expertos para discutir el modelo de país.