Primero, un comunicado de Trenes Argentinos advertía sobre la posible interrupción en las prestaciones ferroviarias de dos ramales de la Línea Mitre, que unen Retiro con Tigre y Capilla del Señor, debido a la ocupación de terrenos en los talleres de la estación Victoria, de San Fernando; allí remarcaban que la presencia de familias en ese sector afecta «de manera directa» la vía que se utiliza para el abastecimiento de materiales. Un día después, desde el sindicato de conductores de trenes La Fraternidad, afiliado a la CGT, anunciaron que a partir de la medianoche del viernes 28 paralizan las prestaciones en ambos ramales.

El titular del gremio, Omar Maturano, puntualizó como motivo de la medida los «permanentes y sistemáticos hechos de inseguridad que se generan en las playas de maniobras de la estación Victoria, ilegalmente ocupadas por personas ajenas a la empresa, las que violentando normas elementales de seguridad ponen en riesgo la integridad física» de los maquinistas, «en terrenos operativos y de jurisdicción federal».

Fuentes del sindicato resaltaron que la decisión «no implica una medida de fuerza, sino de protección a la integridad física de los trabajadores y la seguridad del material e infraestructura en riesgo».

Además, en un comunicado, Maturano indicó: «Pese a los reclamos realizados para garantizar la seguridad de los trabajadores y del material ferroviario, la empresa Sofse (Sociedad Operadora Ferroviaria SE, popularmente conocida como Trenes Argentinos) nos informa que se han efectuado las denuncias ante la Justicia, sin que hasta el momento se hayan producido las acciones legales pertinentes».

A su vez, la empresa remarcó que ya realizó la denuncia en la Justicia Federal, donde pide medidas para desocupar y restituir el predio pero “sigue a la espera de que se ejecute el desalojo”.

La toma del predio comenzó el 23 de agosto, cuando un grupo de familias ingresó a los terrenos y ocupó también un obrador en el predio que pertenece a los talleres que la empresa tiene en Victoria y que pertenecen a la línea Mitre. La situación pone en riesgo no sólo a los trabajadores sino a las familias que, ante la difícil situación de vulnerabilidad social, se instalaron a metros de las vías.