Hilding Ohlsson: “Construimos una fuerza nueva y queremos ampliarla”

El precandidato anunció que el vecinalismo “invita a toda la gente de bien” para “recuperar el distrito”. Las ideas de ConVocación para pelear San Isidro a los Posse.

Sanisidrense de toda la vida, Marcos Hilding Ohlsson es el postulante a la Intendencia del partido vecinal ConVocación por San Isidro. Con sus 39 años de edad, el economista contó en charla con Guía de Noticias las razones por las que apuesta por su ciudad, las ideas que comparte con los vecinos para mejorarla y los deseos de ampliar la fuerza política “para toda la gente valiosa”, incluso con otros espacios partidarios. Tras ocho años como concejal tomó la determinación de no ser reelegido, pero ahora quiere pelear el poder a quien denomina “el último barón del Conurbano”, el intendente Gustavo Posse.

Casado y padre de Bautista (2 años) y de Santiago (9 meses), dijo estar “convencido de que podemos dejarle una mejor ciudad” a las nuevas generaciones. “Creo que San Isidro da para mucho más. Es una pena que un distrito con tantos recursos, una vida social tan activa y ventajas geográficas, esté estancado. Por eso tengo vocación de servicio, para que no importe en qué barrio vivamos, podamos estar seguros y acceder a la mejor salud”,  afirmó a este portal.

San Isidro es un distrito de familias políticas, como la gobernante…

Creemos que nunca es bueno que haya tanto tiempo una familia en el poder. Los primeros años, los de Melchor Posse, tuvieron cosas buenas. Pero esta etapa muestra una gestión desgastada. Cuando uno está mucho tiempo en el poder pierde los incentivos para innovar y termina creyéndose dueño de todo. Lo que queremos es que no importe el apellido y haya las mismas condiciones para todos, no sólo para pelear por una Intendencia. Queremos que haya concursos para los empleados municipales, oportunidades para todos los que quieran desarrollarse. Por eso una de las cosas que destacamos desde el vecinalismo es que el vecino de a pie puede involucrarse en la vida pública de San Isidro.

¿Cómo define a ConVocación por San Isidro?

Es un partido vecinalista, concentrado en San Isidro. Es una idea muy profunda que pone al vecino en primer lugar. En medio de la pluralidad de ideas a nivel nacional podemos ponernos de acuerdo en temas locales para mejorar nuestro barrio. Vivimos en un país donde hay gente que discute temas nacionales, mientras que nosotros proponemos un lugar donde ponernos de acuerdo en soluciones concretas sobre cómo mejorar la calidad de vida. Por eso tenemos un espacio muy rico con gente de distintas edades, ideas, barrios y trasfondos. Cuando nos ponemos a hablar sobre qué tipo de plazas queremos, cómo queremos que sea el tránsito, qué queremos hacer con nuestros residuos, con la seguridad, nos ponemos de acuerdo. Estamos armando algo muy lindo con la gente desde hace tiempo, y cuando trabajamos juntos vemos que las diferencias que pensábamos que teníamos no son tales.

¿Y usted cómo se define políticamente?

Soy vecinalista. Hago política juntándonos con los vecinos en casas. Desde hace tiempo creo que lo primero es resolver los problemas del barrio. Por eso sumamos gente para hacer cosas positivas, como cuando fuimos a limpiar la costa.

¿Qué cosas están bien en San Isidro y cuáles están mal?

Destacamos que funcionan bien los centros deportivos, como la pileta municipal, donde muchos años fui a nadar. Puerto Libre, un centro para personas de tercera edad, es algo muy positivo. Pero somos muy críticos porque San Isidro es el municipio con mayor presupuesto por habitante del país y vemos una gestión municipal que no innova y trae soluciones viejas a problemas nuevos. Hay un montón de desafíos sobre cómo estacionar, qué hacer con los residuos, la inseguridad, cómo repensar el transporte, cosas en las que falta creatividad. Y vemos un municipio poco transparente, que cobra cada vez más impuestos sin mejorar servicios. Y, lo más grave, gasta fortunas en campañas publicitarias con tantos problemas sin resolver. Como el deterioro del sistema municipal de salud, que antes era un ejemplo y ahora hay falta de turnos, falta de limpieza, personal que se va a trabajar a otro lado.

¿Cómo cambiar esta realidad?

Con decisión política, por medio de escuchar al vecino. Con una gestión que esté encima de los detalles y camine la calle. Con una mirada moderna y con la experiencia de otras ciudades del mundo. Y contamos con expertos, ya que San Isidro tiene una comunidad muy rica.

LA RELACIÓN CON OTRAS FUERZAS POLÍTICAS

¿Trabajan con otros sectores políticos?

Somos un partido vecinal que crece y ahora convoca a otras fuerzas que quieran mejorar la ciudad. Es un momento muy importante porque hay posibilidades de ganar la Intendencia. Por eso invitamos a toda la gente de bien que comparta estos principios y valores a trabajar juntos, aunque hayan participado en otros espacios. Construimos una fuerza nueva que crece, y queremos ampliarla para recuperar el distrito para los vecinos.

¿Uno de esos espacios es el del concejal Carlos Castellano?

Él es una persona con la que nos gustaría trabajar, así como con otras. Conversamos con él, así como con otras personas y espacios. Estamos abiertos para la gente valiosa, incluso de otros espacios y la que haya trabajado en la Municipalidad. Vamos a necesitar a muchos de ellos para mejorar la ciudad.

Puede hacerle ruido a algún vecino que confía en ustedes sumar personas que trabajaron en el gobierno municipal…

Cuando ganemos la Intendencia vamos a tener que hablar con los que estuvieron para mejorar los que estaba bien. Es bueno articular con lo que vienen trabajando y están dispuestos a hacer cambios. Incluso hay gente con los que antes no estábamos de acuerdo y hoy cuando nos escuchamos encontramos puntos de encuentro.

¿Es cierto que Cambiemos financia a ConVocación?

No. Eso no es verdad. ConVocación tiene los mejores técnicos, gente súper preparada. Y algunos trabajan en el gobierno nacional y el provincial. Pero somos un partido independiente. Quiero señalar que hay una nota falsa que quiere confundir a los votantes, y es una señal de la preocupación de los que gobiernan. Les preocupa que un grupo de vecinos independientes les puedan ganar.