Un nuevo 4 de febrero, fecha en que se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer, nos convoca a seguir trabajando en la concientización y a movilizarnos en la prevención y control de esta enfermedad.
Este día constituye también un nuevo punto de partida de la campaña emprendida por el UICC (Unión Internacional para el Control del Cáncer) que, esta vez y por tres años, unirá sus esfuerzos en requerirles a personas, organizaciones y gobiernos de todo el mundo que concentren el compromiso en el fortalecimiento de las acciones destinadas a mejorar el acceso a una atención de calidad, incluido el tamizaje, la detección temprana, el tratamiento y los cuidados paliativos para ser más justos y equitativos.
Esto significa que, sin soslayar el énfasis sobre la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad y sus cuidados, se pone el foco en las desigualdades a la hora de acceder a los servicios oncológicos, y en la necesidad de abordar los determinantes sociales de la salud, para reducir el impacto del cáncer y mejorar la accesibilidad.
Precisamente, el lema de la campaña de los próximos tres años es #PorUnosCuidadosMasJustos, lo cual denota un reconocimiento explícito de que los factores sociales económicos, la discriminación y condiciones de vida, son barrera para el acceso a los servicios sanitarios y oncológicos que permiten salvar o mejorar la calidad de vida de las personas que se han enfermado de cáncer.
La pandemia del COVID 19 contribuyó a dejar al descubierto y aún a exacerbar las desigualdades sanitarias, y ha puesto más en riesgo la vida de las personas afectadas de cáncer, al ser desplazadas en la detección temprana de la enfermedad, y en la interrupción de los tratamientos y cuidados paliativos.
Es por eso que el lema #PorUnosCuidadosMásJustos nos debe resonar fuertemente como un grito de atención individual y colectiva. Ahora es el tiempo de instar y bregar por políticas públicas sanitarias más justas, cerrar la brecha de atención y construir un Sistema de Salud con equidad, donde la gente viva más saludable, tenga mejor acceso a los servicios sanitarios y oncológicos, sin importar dónde nazca, crezca, se desarrolle, su género, edad, trabajo, o estilo de vida.