Por medio de una sesión especial, el Concejo Deliberante de Tres de Febrero aprobó la postulación de Romina Capparotta al frente de la Defensoría del Pueblo. La abogada de 35 años resultó electa gracias a 15 manos favorables, de Cambiemos, Progresistas, Por la Unión y Frente Renovador; mientras que tuvo 8 en contra, de PJ-FpV-UC, y una abstención, la de su esposo, Martín Jofré.
En el recinto se vivió un ambiente de alta temperatura, con cruces, pasadas de factura y el ruido aportado por una tribuna con militantes de Libres de Sur que se puso en contra del referente massista. De esta manera se abre una nueva etapa institucional, por medio de una herramienta exitosa en otros distritos, pero que en Tres de Febrero nace desteñida por los intereses particulares y luchas de poder.
El despacho de mayoría de la Comisión de Interpretación y Reglamento consideró, tras el análisis y entrevista a los 14 candidatos, que “quien reúne los mayores requisitos de idoneidad y por su propuesta de trabajo es la postulante Romina Noemí Capparotta. La profesional demostró curricularmente el día de la entrevista reunir los requisitos”. El dictamen fue firmado por los macristas Juan Carlos Berns y Marcelo Bello; la massista Jimena Bondaruk y el progresista Federico Ferreyra.
La edil del PRO Patricia Rodríguez preside esa comisión y defendió la medida, pero extrañamente no la firmó. En nombre de Cambiemos sostuvo que Capparotta “es la persona que reúne el mayor consenso en las fuerzas opositoras de este cuerpo”. Aunque reconoció “como toda decisión política no puede ser unánime”, y pidió, “lo que sí debe ser unánime es la férrea determinación de velar por que la persona elegida cumpla en todo momento y lugar con los deberes que el cargo le exige”.
“Como bloque oficialista celebramos acompañar la creación de una institución fundamental para la defensa de los derechos de los ciudadanos. Es congruente con la histórica postura de nuestro espacio desde años anteriores”, enfatizó. Luego, ante las acusaciones del peronismo de sellar un “pacto espurio” con el massismo local, retrucó recordando su paso por el ARI: “Oscuros fueron los días en los que las voces de la oposición eran silenciadas y ninguneadas”.
LA CONTESTACIÓN DE JOFRÉ
Cuando llegó el momento de votar, Bondaruk, representante del Frente Renovador en la comisión que analizó las candidaturas, tomó la palabra. Manifestó que como “los defensores del Pueblo deben cumplir los requisitos de responsabilidad, capacidad laboral, idoneidad moral y capacidad técnica en la defensa de los derechos humanos” estimó que “la persona que reúne esas condiciones es la doctora Romina Capparotta”.
En último lugar se expresó el más esperado, Martín Jofré. Como el poroteo daba ampliamente ganadora la candidatura de su esposa optó por abstenerse de votar. Rechazó que desde su posición como presidente de bancada y vicepresidente del cuerpo haya influido en la designación. “Le pregunté a ella (por Capparotta) si estaba segura de dar este paso. Y nunca influencié a nadie y nunca puse a nadie de mi familia”, intentó defenderse. Y trajo a colación a Marta Burgos, esposa del ex intendente Hugo Curto, “de quien nadie nunca dijo que fue puesta a dedo”.
EL RECHAZO DEL PERONISMO
Por su parte, el sector justicialista-kirchnerista se opuso de manera enfática a la candidatura. La concejal Cristina Heredia leyó el dictamen de minoría que firmó con su compañero Máximo Rodríguez y no dejó pasar la oportunidad para pegarle al Frente Renovador y al oficialismo. Leyó una nota presentada por una vecina, que fue incorporada al expediente. Argumentó que como la abogada es cónyuge de Jofré “se incursiona en la falta de ética y entiendo que, por la posición de autoridad del concejal, la designación implica tráfico de influencias”.
Acto seguido, Heredia acusó al oficialismo y los otros bloques de “haber montado una puesta en escena, donde fueron burlados los otros candidatos”. “La figura fue creada para sellar un acuerdo político con una fuerza de la oposición, si es que así se le puede seguir llamando. Es un acuerdo espurio”, remató.
A su vez, el presidente de esa bancada, Máximo Rodríguez, recordó que en diciembre no votaron la iniciativa “ya que habíamos notado que es un acuerdo de cúpulas y una Defensoría hecha a medida”. En cambio, el peronismo propuso para el cargo, según un orden de mérito, a Samantha Lagrutta y Marcelo Di Salvo, funcionarios de la gestión de Gabriel Katopodis; y a Andrea Barrio, una de las responsables de la Defensoría de Morón, que fue también impulsada por Gustavo Spalletti.