Hasta el 30 de mayo fue el presidente del Concejo Deliberante, cuando la mayoría de los ediles determinaron cambiarlo por Andrés Rolón. Pero, Carlos Castellano aclara que dio vuelta la página y ahora mira hacia el largo plazo. Lanzó un espacio propio llamado “Repensar San Isidro” para generar propuestas con la comunidad. También se mueve en tándem con actores vinculados a Cambiemos que son críticos a la gestión de Posse, como ConVocación y Carlos Juncos.
“Fue un rol que me tocó jugar y cuando en democracia se pierde las mayoría hay que ser respetuoso”, estimó en diálogo con Guía de Noticias. Pero, “hubo posiciones poco éticas de algunos concejales que cinco meses antes tenían una opinión y de la noche a la mañana la cambiaron. Esas son las cosas que a la política le hacen perder coherencia”. Además, el armado que lo acompañó en mayo, semanas después desapareció.
Las coincidencias en lo macro siguen estando respecto a una agenda de transparencia, de una mayor incidencia de los organismos de control por sobre las gestiones municipales. Por caso existen denuncias de corrupción que son materia de investigación judicial.
¿La transparencia lo hizo marcar diferencias con el oficialismo?
En cualquier equipo lo que más daña una construcción colaborativa es la pérdida de la confianza. Si cuando pregunté sobre hechos poco claros y años después descubrí que las respuestas eran mentiras, lo que se pierde es la confianza. Ese valor, que tiene que ver con la ética republicana, es algo que San Isidro no representa
¿Los sectores críticos a Posse van hacia una estrategia común?
Más bien estamos preocupados por una crisis económica importante y que seguro se agudizará. Hay que sostener al Gobierno para que la república se pueda sostener. Y paralelamente, como sociedad hay que exigir ética y honestidad en la función pública. A la gente no le preocupa la miseria sino la injusticia. Podés estar con tu amigo y partir el poquito pan que quedó. La injusticia es si tu amigo escondió un pedazo para él. Esto a la gente le quiebra la confianza, y recuperará la esperanza por medio de políticos que le hablen de los valores que se perdieron: la decencia, la transparencia, que no haya sueldos de privilegio en la función pública, ni gastos de representación excesivos. El Estado y el político deben dar el ejemplo.
¿Esto significa que no está con la mirada puesta en las elecciones de 2019?
No. Sino en buscar esos valores y en encontrar otros sectores sociales y políticos que crean que esos valores tiene que ser recuperados en Argentina.
SAN ISIDRO Y LA CRISIS SOCIAL
¿El distrito está preparado para contener una crisis social?
San Isidro tiene una estructura de servicio social que funciona para contener una crisis. Creo igualmente que los sectores medios van a padecer muchísimo esta crisis, por los aumentos en los servicios, escuela, seguros, prepagas, costos de movilidad. Y lo que no hizo San Isidro es preparar a sus vecinos, el principal valor que tiene una ciudad, para todas las modificaciones del mercado laboral y de la producción de bienes y servicios. Muchos sectores medios perderán el empleo y les costará mucho luego reponerse en la actividad económica. Falta visión estratégica.
¿Propone algo para responder a este problema?
Muchas empresas tecnológicas nos acercaron proyectos para la capacitación de jóvenes y niños. El gran desafío de San Isidro es que cada barrio tiene que ser un gran coworking. Un espacio de base de conocimiento, en que un chico de una escuela pública de los barrios de clase obrera acceda al conocimiento de base tecnológica. Y a la persona de 40 que perdió su empleo hay que capacitarla.
UNIDAD RADICAL DETRÁS DE SALVADOR
Usted proviene del radicalismo, que definirá su interna partidaria el próximo mes. ¿Qué visión tiene de esta coyuntura partidaria?
Hay que evitar una elección interna cuando la sociedad argentina atraviesa una situación difícil. No participo de la interna, pero igualmente creo que debe el radicalismo buscar la unidad. La actual conducción de Daniel Salvador representa mucho de los valores del radicalismo y es muy responsable de su rol en Cambiemos.
Sin embargo hay sectores que consideran que Salvador le dio demasiadas concesiones al PRO. ¿Coincide con que la UCR debe incidir más y mejor en las decisiones de Cambiemos?
No. Coincido en que debe trabajar en equipo, no estar poroteando por un cargo más como pretenden algunos dirigentes. En el momento histórico que atraviesa Argentina necesitamos grandeza y generosidad, que la representa mucho mejor Salvador que los radicales que quieren extorsionar a la gobernadora Vidal. La política es una empresa social y necesita de sus dirigentes gestos éticos y de grandeza. Si se discute de buena fe no se discuten cargos sino que se aportan soluciones.