La línea de la UCR Radicales para el Cambio realizó un encuentro donde debatió la situación del partido dentro de Cambiemos. La reunión sirvió para desplegar una discusión interna y para consensuar un mensaje hacia afuera. Se puede inferir qué posición adoptarán de ahora en adelante:
el presidente del Comité Provincia, Ricardo Alfonsín, lanzó en Twitter, «no consultan al tomar decisiones de gobierno. Tampoco al sumar nuevos aliados. ¡Deberán entender cómo funciona un frente!».
El acto, del que participaron dirigentes de la séptima sección electoral, se realizó en Azul, distrito donde el radicalismo sufrió un fuerte embate con la incorporación a Cambiemos del intendente Hernán Bertellys, electo por el Frente para la Victoria.
En ese sentido, el vicepresidente de la Cámara de Senadores bonaerense, Carlos Fernández, dijo que en el partido centenario “hay un gran malestar” por las “decisiones inconsultas” que atrajeron a dirigentes peronistas al espacio.
“Esto es una advertencia. El que quiera oír que oiga”, dijo a la agencia DIB tras descartar que estos movimientos deriven en una ruptura en el corto plazo. “Nosotros queremos cuidar a Cambiemos”, agregó. Algunos correligionarios deslizan por lo bajo que darán la pelea desde adentro del partido.
El enojo del radicalismo estalló luego del desembarco del ex massista Joaquín De la Torre, a quien Vidal designó en el Ministerio de la Producción, donde se encontraba el único ministro radical, Jorge Elustondo, a quien intentó no desairar al ponerlo al frente de Ciencia y Tecnología, una nueva cartera también con rango ministerial.
“La gobernadora tiene todo el derecho a decidir quién quiere que la acompañe en su gestión, pero nosotros sabemos bien que en la política hay gestos, y éste es un gesto poco feliz”, mencionó Fernández, uno de los nombres en danza para conducir el partido a nivel bonaerense tras las elecciones internas del próximo 23 de octubre.
DOCUMENTO DE LA PRIMERA SECCIÓN
A su vez, la Mesa Ejecutiva de Radicales para el Cambio – MORENA de la Primera Sección redactó un documento que, entre otros considerandos, enumera:
(El kirchnerismo) contaminó todo cuanto tocara en materia política, económica, social, moral y cultural. Frente a semejante dislate mesiánico, el radicalismo se vio empujado hacia un frente que hoy es gobierno. Gobierno al cual la Unión Cívica Radical, bien o mal, ató su suerte.
De tal modo los radicales, sin distinción de espacios, posturas, responsabilidades o líneas internas, estamos atenazados por esta realidad. Realidad que pareciera no ser comprendida debidamente por cierta dirigencia partidaria.
La Unión Cívica Radical carece hoy de una conducción nacional acorde a sus principios. Vemos que aparecen ciertos personajes que ofician de supuestos representantes operando en la sombra, sin que nadie los haya designado.
Quedan al desnudo quienes se aferran a mezquinos espacios de poder, como si integraran un partido de castas, ignorando de tal suerte a muchos radicales que se encuentran inmersos en un laberinto de dudas y contradicciones.
Comprendemos que el desastre económico heredado impone reordenamientos y ajustes, pero debe evitarse poner tan pesada carga sobre los sectores más vulnerables.
Por una parte, en el orden interno partidario, la dirigencia nacional no abre canales genuinos de participación y por la otra, los gobiernos nacional y provincial subestiman la entidad del Partido Radical. Esta realidad denuncia la existencia de juegos de poder inspirados desde la soberbia que es mala consejera y más aún lo es si va acompañada de una intención rapaz.
Lo que venimos exponiendo nos impone reclamar a las autoridades de la UCR para que impulsen definiciones y mecanismos que atiendan a los siguientes aspectos:
1) políticas para sostener la identidad partidaria
2) instrumentos para resistir cualquier intento de colonización de la UCR
3) defina mecanismos y órganos de interlocución con los organismos gubernamentales
4) Indique a los bloques Diputados y Senadores radicales para que se ejecuten políticas que hagan respetar las opiniones y la integración del partido al gobierno, y se respete los principios de la UCR
5) abrir cauce a un proceso de renovación dirigencial, con acento en las nuevas generaciones
6) incompatibilidad entre cargos partidarios y públicos
7) limitación a la reiteración en los cargos
8) implementación de acciones que aseguren la cohesión interna.