A pesar de que el 12 a 12 entre oficialismo y oposición se mantendrá, nada será igual en el Concejo Deliberante de San Isidro desde el 10 de diciembre. Las próximas semanas y meses estarán signados por un Cambiemos tonificado frente al cual el mundo peronista tratará de reagruparse. Este distrito de zona norte no será la excepción, pero presenta sus particularidades.
En el territorio de Gustavo Posse, las tensiones y reacomodamientos entre los espacios que participan del Concejo estarán cruzados por dos factores. En primer lugar el ascenso de Con Vocación como la segunda fuerza provoca que los dirigentes vecinalistas avancen en conversaciones con el macrismo que quiere desplazar al actual jefe comunal.
En segundo lugar, la reorganización que está obligada a concretar el PJ provoca que la fragmentada dirigencia peronista reavive sus eternas roscas. El kirchnerismo residual, liderado por la legisladora electa Teresa García, espera definiciones de Cristina Fernández para mover fichas. Mientras, la línea que responde a Santiago Cafiero avisa que jugará y el espacio liderado por los Galmarini ya puja por volver a la estructura partidaria.
INTERNAS MACRISTAS
En las filas que responden al jefe comunal hay satisfacción por los 127 mil votos que sumaron para que el distrito se fortalezca como uno de los bastiones electorales de Cambiemos. Por eso rechazaron que haya descontento desde Nación y Provincia hacia la figura de Posse. «Gustavo irá por un último mandato en 2019», confió a Guía de Noticias un concejal con algunos períodos en sus espaldas. «La gestión está muy bien y el año próximo vamos a inyectar más obras y servicios para llegar a todos los barrios y sectores de la población», añadió mostrando en una tabla como el oficialismo ganó todos los circuitos electorales. Por esto, las fuentes municipales aseguran que tienen resto para enfrentar a un competidor interno.
Sin embargo, que la nómina de senadores nacionales haya sacado más votos que Andrés Rolón envalentona al «macrismo puro» y ya se habla de un regreso del diputado electo Guillermo Montenegro a la disputa interna, a menos que la gobernadora Vidal le otorgue un ministerio. Otra figura que se anota es Ramón Lanús, hombre de Larreta y Esteban Bullrich, responsable de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, quien se promociona en las redes sociales y se lo ha visto en actividades oficiales.
¿Cuál será el rol de ConVocación en este tablero? En el PRO confesaron a este medio que «sin un acuerdo con los vecinalistas es imposible enfrentar a la estructura de Gustavo, así que vemos un futuro con ellos». El partido vecinal cuenta con llegada directa a Nación y Provincia, ya que posee funcionarios en esos niveles, como Luis Riva, interventor de Fabricaciones Militares. Por eso se descuenta un acuerdo con guiños de la máxima estructura.
A pesar de estas ventajas, ConVocación sabe que al unirse a Cambiemos puede diluir su perfil vecinal y ser absorbida su pequeña pero dinámica estructura. Entonces habrá que prestar atención en los próximos meses a los acercamientos en el HCD entre el PRO y ConVocación, pudiendo hacer crujir la primera minoría oficialista.
INTERNAS PERONISTAS
El próximo Deliberante contará con cinco concejales peronistas (Brest, Medina, Beccar Varela, Miño y Cianni) de diferentes corrientes internas. Pero, antes que preocuparse por la confirmación de bloques legislativos, están enfocados en las próximas elecciones partidarias, con el horizonte en la tan mentada «unidad». Con una fecha establecida para el 17 de diciembre, algunos dirigentes estiman que pueda haber una contienda entre dos o más listas.
En principio, el kirchnerismo liderado por la diputada nacional Teresa García buscará retener la conducción del consejo de partido. La senadora provincial electa es su actual presidenta y no iría por la reelección. Tampoco el edil saliente de Unidad Ciudadana Federico Gelay pelearía por ese lugar. Sin embargo, los K esperan que Cristina Fernández se pronuncie acerca del futuro del PJ bonaerense para mover sus fichas.
El sector de Santiago Cafiero y el concejal Fabián Brest, que trabajó para Florencio Randazzo en las pasadas elecciones, se volvió a anotar en la interna. Mientras, Sergio Massa ordenó a sus fieles regresar al pejotismo y su suegra, la edil saliente Marcela Durrieu, comenzó a pedir padrones de afiliados sanisidrenses, cuya última actualización fue en 2013.
Ante este panorama, Brest fue consultado y no adelantó acuerdos con el massismo, pero sostuvo que «estamos en conversaciones con otros espacios». En el Frente Renovador admitieron que «nos va a unir el espanto a (el presidente Mauricio) Macri, sólo tenemos que charlar, charlar y charlar». Juan Medina y Gonzalo Beccar Varela, son los concejales que mantendrá este espacio.
Otros sostienen que la falta de tiempo es el mayor inconveniente, con la presión de la justicia electoral amenazando intervenir el partido en Buenos Aires. «Una lista de unidad sería imposible en pocos meses», analizó un edil con funciones partidarias, «pero si logramos una lista única representativa de todos los sectores damos un paso más en la construcción de la unidad», añadió.