El día que se cumpla una década de su fallecimiento, Raúl Alfonsín tendrá su homenaje en Vicente López. Un busto en su honor será descubierto en la intersección de Güemes y el Paseo Costero, iniciativa de la Unión Cívica Radical. Para el presidente del Comité Distrital y concejal, Alejandro González, es “un sueño cumplido”.
“La idea arrancó entre los radicales, pero dejó de ser de nosotros, ya que Alfonsín es patrimonio de todos”, celebró. Cientos de vecinos aportaron llaves y elementos de bronce para la campaña “Un bronce para el padre de la democracia”, y sumaron recursos gracias a cenas de recaudación.
Para “Totito” González, el líder radical es una referencia histórica para los desafíos del presente. “La idea es que la gente pueda mañana entender cuál fue su gesta, lograr que la democracia sea un sistema que no se caiga. Tenemos muchos desafíos hoy en la democracia y él es una figura motivadora”. En este sentido, para el dirigente, “necesitamos establecer un puñado de temas como políticas de Estado, gane quien gane las elecciones”.
“No puede volver a pasar como hace tres años, que la ex presidenta Kirchner no quiso pasarle la banda presidencial a quien ganó con el voto popular. Escuchamos que hace falta ser creíbles para que no suba el dólar, pero la credibilidad la debemos dar los políticos. Nosotros pasamos, las instituciones quedan, y Alfonsín es el signo de esto. Hay que reencontrarse en su imagen para crear políticas de Estado, y retomar el camino del crecimiento”.
Hacia el interior del radicalismo, ¿existen nuevos conductores en ciernes?
Hay muchos dirigentes dentro de la UCR, otros que están cerca del pensamiento radical y otros extrapartidarios. Muchos que podrían encarar nuevos valores y encarar las políticas de Estado. Necesitamos acordar lo macro, y luego que cada gobierno le dé su tinte.
Cuando Cambiemos asumió el gobierno sostenía un discurso de diálogo. Pero usted señala que faltan los grandes consensos, ¿estos tres años fueron escuchados?
Creo que avanzamos, tomando en cuenta que no hay mayorías en ninguna de las cámaras nacionales. Antes, el kirchnerismo tenía mayoría en el Congreso y las usaba de escribanía. Pero los acuerdos políticos deben ir más allá de lo parlamentario, hasta todos los partidos, los que gobiernan, los que tienen representación y los que no. Como un Pacto de La Moncloa.
LOS DEBATES EN CAMBIEMOS
En los últimos meses hubo algún ruido interno en la UCR, ya que algunas voces pedían una candidatura nacional propia. ¿Será viable?
No veo hipótesis de internas. Con Martín Lousteau hubo una especulación, pero él nunca dijo querer ser candidato. Fue más una intención de una parte del partido.
¿Es un signo de debilidad del presidente Mauricio Macri que algunos radicales planteen en voz alta estas cuestiones?
No lo veo así. Todo tipo de expresión para dar mayor sustentabilidad no es debilidad, sino crecimiento. Una elección interna sería un crecimiento, según mi formación en un partido político donde las diferencias las arreglamos en una mesa o en una urna. En el radicalismo estamos químicamente preparados para eso y es un signo de salud interna. Es lo esencial de la vida democrática, no lo tomamos como algo traumático. El espacio de Cambiemos debe crecer en volumen y en diálogo.
El intendente Macri tomó medidas descritas como un “puente hacia la clase media”. ¿Tomó nota de que sus bases sociales en medio de la crisis se pueden volcar a otras alternativas electorales?
Son muy buenas medidas, sin especulación política. El apoyo a la tercera edad con un subsidio de 3 mil pesos, la cobertura de medicamentos, los útiles escolares para que los chicos empiecen las clases y el apoyo a las escuelas parroquiales. El momento que pasamos es difícil y el municipio demuestra que entiende lo que pasa.