Por Alan Mineo

En la mañana del jueves, el barrio Esperanza de Tres de Febrero se transformó en el escenario de un operativo de grandes proporciones contra el crimen organizado. Fueron hasta allí más de 600 efectivos de la Policía Federal Argentina, que irrumpieron en las estrechas calles con la intención de desmantelar a la «banda didi» que tenía en jaque a la comunidad.

Los vecinos observaban desde sus ventanas cómo se desarrollaba la operación, que fue seguida de cerca por el intendente Diego Valenzuela y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. El epicentro del allanamiento fue un lugar que hasta entonces había sido un secreto bien guardado: un “quincho VIP” escondido entre las viviendas humildes, donde los delincuentes planificaban sus golpes con la impunidad que les otorgaba el anonimato en su propio territorio. Este espacio, equipado con una piscina, vestuarios y una parrilla, revelaba el contraste entre la opulencia de los criminales y la precariedad del entorno.

El objetivo de la operación era claro: desbaratar una banda que explicaba más del 70% de los robos automotores en la jurisdicción. Según fuentes de la investigación, los supuestos vínculos de la banda con el narcotráfico la convertían en una amenaza aún mayor para la seguridad.

En declaraciones a la prensa, el intendente destacó el esfuerzo coordinado entre las distintas instituciones involucradas: “Hicieron una gran colaboración e investigación, junto a la Policía Federal Argentina y la Justicia de San Martín para llegar al objetivo de detener a personas que causaban un trauma en el barrio y en el entorno, con una cantidad de delitos que nos preocupó mucho, y por eso la Municipalidad también actuó”, y añadió, “esto debemos hacerlo todos los intendentes, y que la gente sepa que no estamos solamente para arreglar luces, calles o plazas, sino también para involucrarnos con la seguridad, con el delito organizado”.

Mientras los efectivos de la Policía Federal completaban las detenciones, que ya sumaban 17, algunos de ellos menores de edad, Valenzuela remarcó, “necesitamos un Estado firme y presente en estos lugares”.

Por su parte, la ministra Bullrich, quien se calzó unas botas estilo militar para adentrarse en las calles de barro, explicó la estrategia detrás del operativo y la importancia de la tecnología en la lucha contra “las bandas que comienzan con un rubro y que nosotros consideramos que son poli rubro, que hacen distintos tipos de operaciones con el objetivo de dominar el territorio, de tener dinero y generar temor en la población”.

También destacó que “los vecinos se comunicaron con el intendente y así se comenzó un trabajo sistemático de hace varios meses. Por eso, esta operación es el principio, porque sabemos que hay ramificaciones. Hoy esa banda va toda presa, porque en nuestro gobierno el que las hace las paga”.

El allanamiento en el barrio Esperanza no fue un hecho aislado. Otros operativos simultáneos se llevaron a cabo en las localidades de Churruca, Villa Bosch y Billinghurst (San Martín), todas ellas con conexiones a la banda detenida.