Desde el 19 de abril se encuentra disponible en la plataforma “Contracorriente”, documental estrenado en 2020 y con una duración de 27 minutos. Con una producción de «Sin azul no hay verde», en esta obra la salmonicultura aterriza en Tierra del Fuego, una investigación de factibilidad y la localización de seis zonas de sacrificio aparecen en un documento confidencial. En paralelo, y sin previo aviso, 4 jaulas de salmones son construidas en Puerto Williams. Antes de que el impacto ambiental ocurra, un grupo de buzos recorre el canal de Beagle para mostrar su vida marina. Mientras de un lado y del otro del canal diferentes voces gritan “no a las salmoneras” y se preguntan si esos puntos de sacrificio podrán transformarse en puntos de esperanza.
“Sin azul no hay verde” es una organización que fue creada en 2017 en respuesta a la actual crisis de extinción global y con el objetivo de preservar la vida del planeta. Su objetivo es proteger el 30 % del Mar Argentino para asegurar la conservación y regeneración de sus ecosistemas mediante la creación de una red de áreas protegidas marinas y costeras. El Mar Argentino es uno de los hábitats marinos de mayor biodiversidad en el mundo y se encuentra en grave peligro. Entre sus más importantes amenazas están la sobrepesca, la contaminación marina y la consecuente extinción de especies.
A partir del jueves 22 de abril, a las 20 horas, será el turno de “La Ballena Franca”, un cortometraje de 2018 que dura 21 minutos. Este es definido como un himno a la naturaleza, un poema cinematográfico. Una inmersión sensorial en el corazón del mar patagónico acompañando la vida de la ballena franca austral. Enfocado en las emociones y los detalles de la naturaleza para comprender y sensibilizar, por amor al mar.
Desde el 22 de abril también estará disponible Rewilding Iberá, con la dirección de Ignacio Jiménez Perez y Beth Wald. El film cuenta la historia del mayor programa de reintroducción de fauna del continente americano en el Parque Iberá, noreste argentino. Repasa la historia desde la llegada de Doug y Kris Tompkins a Iberá, en Corrientes, hasta la conformación de un equipo argentino dedicado al manejo del parque, la reintroducción de fauna localmente extinta y el trabajo con las comunidades locales.