El secretario de Obras y Servicios Públicos de Morón y secretario general en Buenos Aires de Nuevo Encuentro, Diego Espina, fue entrevistado en el programa Alta Data, miércoles 16:30 horas por Class FM, ocasión en la cual opinó sobre la coyuntura política a nivel nacional y local.
El 17 de octubre, en la plaza se escucharon críticas públicas de las organizaciones, al gobierno nacional del cual forman parte. ¿Esto debe ser un signo de alarma, de advertencia o un signo de que es una coalición que integran varios espacios?
—Es una mezcla de todas esas cosas, es que somos una coalición de gobierno, en el mundo no sólo en Argentina, ganan y gobiernan coaliciones, no es más como antes que estaba la UCR o el Partido Justicialista. Hoy solemos ser grandes confluencias de organizaciones políticas y sociales, que algunos representan como el caso de nuestro espacio, el Frente de Todos, un sentir más nacional, más popular; y otros más a la derecha, como sería la coalición Cambiemos. Entonces siempre es más difícil gobernar en coalición y manifestarse públicamente, después hay una puja de ideas dentro del movimiento nacional y dentro de nuestro espacio (…)
¿Es necesario replantear la liturgia del peronismo, quizá con una renovación?
—Nosotros, como espacio del Frente de Todos y considerándonos del movimiento nacional en Argentina, Nuevo Encuentro no es parte del Partido Justicialista, son nuestros hermanos mayores y son el espacio que conduce, de hecho, el PJ en la provincia de Buenos Aires está conducido por Máximo Kirchner, con quien nosotros tenemos una extraordinaria construcción política en conjunto. Más allá de las cuestiones de las liturgias, si corresponde o no, me parece que esto tiene que ver con cada organización política. Yo no creo en que la modernización tenga que ver con dejar de reivindicar aquellas cosas en las que une cree en política, esté o no esté de acuerdo la mayoría del conjunto de la sociedad, es decir yo reivindico la actividad política, la militancia y la vida democrática, creo en los valores y en la posibilidad de expresarlo públicamente.
¿Decís que hay que desdramatizar que existieron 3 o 4 actos? que eso en definitiva expresa algunos matices en el Frente de Todos
—Exactamente, eso digo y agrego, además, que no por ser modernos o por convocar a las grandes mayorías, uno tiene que esconder cómo somos, representamos distintas corrientes del pensamiento a lo largo de la historia nacional e internacional y se manifiesta públicamente. Yo creo que verdaderamente hay que desdramatizarlo, obviamente los medios masivos de comunicación dicen: “¿ven? Peleas en el Gobierno, están todos divididos”. Mucha más pelea hay en la derecha, Elisa Carrió denunciando que fue perseguida durante el gobierno de Mauricio Macri. Macri diciendo que le parece bien la posibilidad de derechizar a su espacio a través de Patricia Bullrich, los radicales que dicen que, si se derechizan y van con Patricia Bullrich o con Milei, ellos abandonan el espacio de Cambiemos. Es decir, la crisis que hay en la derecha en la Argentina es inaudita y los voceros de esa derecha reaccionaria y perversa, lo que hacen es poner el acento en el Frente de Todos, cuando también tenemos nuestros problemas, pero naturalizados, ellos quieren desnaturalizar los conflictos dentro del Frente de Todos y ocultar de manera perversa y manipuladora la cantidad de problemas que tiene adentro la derecha en la Argentina.
¿Ocurrió en la plaza el 17 de octubre una especie de clamor para que Cristina Fernández de Kirchner evalúe ser candidata el próximo año?
—Ciertamente falta mucho para ese momento y la mayoría de las organizaciones que estuvimos en Plaza de Mayo nos sentimos conducidos y nos referenciamos en Cristina Fernández de Kirchner, con lo cual es obvio que todo lo que nosotros queremos es que nuestra candidata a presidenta sea Cristina, pero el espacio del Frente de Todos puede tener otro candidato o candidata. Es lo mismo que pasa en la derecha, ¿por qué nadie se alarma de las discusiones en Cambiemos acerca de si el candidato es el jefe de la Ciudad de Buenos Aires, si es Patricia Bullrich o si es Mauricio Macri? Ahí no pasa nada, ahora en nuestro espacio nosotros planteamos que nos gustaría Cristina u otros y ya se arma un escándalo nacional, promocionado por los grandes medios de comunicación, que es la réplica de la concentración en pocas manos de la diversidad de voces a partir de la concentración económica, digamos, los grupos mediáticos y económicos implementan una cuestión discursiva en la sociedad argentina de manera masiva y lo replican.
¿Evalúas que la grieta sigue más vigente que nunca?
—La grieta fue un gran negocio político, también desde lo comunicacional, porque en realidad siempre hubo dos miradas sobre esta Argentina, desde Unitarios y Federales, a lo largo de los 200 años hubo muchísimas diferencias, no es lo mismo la representación o la representatividad de los cabecitas negras o de los sectores medios a la incorporación de la vida social argentina que representaron la concentración económica, eso existió siempre en nuestro país. Dio resultado la idea de grieta, que nosotros somos los que fomentamos la grieta, pero la verdad que nunca hubo lugar para la ancha avenida del medio, pero siempre los que terminan triunfando son dos polos de la política, los que van hacia una mirada más nacional, popular, de izquierda, si se quiere progresista, y los que van más hacia la derecha, esa construcción es distinta a lo que planteaba Perón con su movimiento policlasista, y hasta poli ideológico si se quiere, pero me parece que es una clarificación de la política del mundo, no es lo mismo Lula que Bolsonaro, no es lo mismo el actual presidente de Chile que los que representan Pinochet, o Evo Morales que la dictadora que había tomado el poder, y no es lo mismo el movimiento nacional en Argentina que la derecha, no es lo mismo Macri que Cristina, pero yo creo que un salto cualitativo sería tener la capacidad de debatir sanamente las diferencias, de discutir de verdad, cómo se hace para salir adelante en este país, cómo bajamos la inflación, cómo incorporamos a la vida económica a los sectores excluidos.
Siguiendo la línea económica, ¿cuánto ves que resta de padecimiento para ver la luz al final del camino?
—Esa es una gran incógnita de nuestro gobierno, por eso a veces tenemos ese sabor amargo acerca de lo que estamos haciendo, habíamos generado y a nosotros también, una expectativa de desarrollo económico que se vio diezmado, la pandemia, cuatro años de Macrismo, recibimos el endeudamiento por los próximos 100 años. Hay que bajar inmediatamente, lo más rápido que se pueda, el proceso inflacionario, la inflación se devora los salarios, la gente no llega a pagar el alquiler, no llega a fin de mes, te cuesta la ropa, la escuela, cuesta comer; entonces no sé cuánto faltará, lo que estoy seguro es que si alguna posibilidad de que los sectores medios y populares en la Argentina vivan mejor de lo que están viviendo es a través de un proyecto nacional y no a través de lo que fue Macri, la derecha que lo que quieren es que reine el mercado, es esto de la meritocracia. Nosotros creemos que el Estado tiene que regular en la vida económica de las sociedades para ser una sociedad más justa, y ellos creen que no, que todo depende de la meritocracia.
En el ámbito distrital, ¿cómo está el Sabbattelismo, el Frente de Todos?
—Como Frente de Todos en Morón estamos muy contentos porque logramos una coalición política que hoy se traslada en una coalición de gobierno, lo cual no es sencillo; por primera vez en muchos años y después de haber perdido 4 años en manos del macrismo y Ramiro Tagliaferro, vuelve a gobernar Lucas Ghi, la verdad que Nuevo Encuentro tiene un intendente, el Frente Renovador tiene la presidencia del Concejo Deliberante, otras organizaciones como La Cámpora tiene la presidencia del bloque, el presidente del Partido Justicialista, Claudio Román, es el actual secretario de Gobierno, tenemos un espacio político diverso, heterogéneo que se pudo consolidar, primero en la oposición y hoy en el gobierno.
También estamos contentos, nosotros fuimos una de las fuerzas políticas que sufrimos los embates de la derecha, tras la primera navidad del macrismo, el 24 de diciembre tirando por la borda la Ley de Medios, entrando con la policía de manera ilegal a lo que era el Afsca para echar a Martín Sabbatella; nos persiguieron, difamaron, procesaron, perdimos el gobierno en Morón y sin embargo después de 4 años volvimos a gobernar, lo cual es un hito muy importante con una estructura política a lo largo y a lo ancho del país, del cual estamos orgullosos porque creemos que nuestro país se merece tener otras expresiones políticas y ese pequeño granito de arena, nosotros creemos que lo representamos con Nuevo Encuentro.