A partir de este viernes y hasta el 31 de marzo, el gobierno nacional decretó distanciamiento social preventivo y obligatorio para enfrentar la pandemia e impedir que el virus COVID-19 (coronavirus) se propague. En esta nota te contamos cómo en Santos Lugares los vecinos enfrentan esta situación.
“Nosotros, con mi marido, tratamos de tomar todas las medidas de precaución necesarias, porque tenemos un bebé y porque hay que cuidarse para que esto no crezca más. Desde el lunes hacemos home-office, ya que nuestro trabajo lo permite e intentamos salir lo menos posible, sólo al supermercado y volvemos. Por suerte existe internet, así que muchas series, películas y música”, contó Fernanda Salandri, vecina del barrio, mientras hacía algunas compras.
Los comerciantes son algunos de los mayores damnificados, ya que sus ventas se ven afectadas por la situación. Varios decidieron tomar medidas propias y otros se ajustaron a la reglamentación propuesta por las autoridades municipales a mediados de semana.
Nicolás Alonso, dueño de un gimnasio de Crossfit, dijo: “No supe de las medidas que tomó la Municipalidad, sólo sé lo que se dijo a nivel nacional en los medios de comunicación y las medidas preventivas que tomamos con mis socios desde nuestro lugar personal. En un principio, propusimos reducir las clases y que no haya más de 20 personas en total en el box, porque al ser un gimnasio era un foco importante de contagio”.
Y agregó, “tratamos de tomar todas las medidas de precaución, que se laven las manos antes y después de entrenar, potes de alcohol en gel en varios lugares y pulverizadores con desinfectante para limpiar todos los aparatos y elementos. Sin embargo, sólo trabajamos así un día, ya que era muy difícil mantener el control sobre cada cosa, por lo que decidimos cerrar hasta nuevo aviso”.
“Esta medida nos costó mucho, porque nos afecta directamente en el bolsillo, ya que no cobramos ninguna cuota y debemos mantener al día los abonos de los que pagaron para la vuelta, pero no podíamos hacer oídos sordos a la situación. Para sostener a nuestros clientes y seguir en contacto aprovechamos las redes sociales, enviamos ejercicios para hacer en casa y así seguimos entrenando juntos”, explicó.
Aunque algunos tratan de cumplir con el aislamiento, otros no pueden frenar sus actividades laborales. “Yo trabajo en el reparto de una carnicería y desde el lunes que se decretó la cuarentena optativa e incluso hoy que ya es obligatoria me sorprende la cantidad de gente que no toma conciencia. Estoy muy enojado con nuestra comunidad, porque les piden a los adultos mayores que se queden en sus casas y siguen saliendo a hacer las compras por el barrio como si nada”.
Lucio Fojo, repartidor, manifestó asimismo, “nos exponen a nosotros que tenemos que seguir trabajando, en vez de aprovechar que, por ejemplo, acá pueden hacer las compras por delivery y no venir al local”.
Diego Valenzuela, intendente de Tres de Febrero, publicó horas antes del anuncio del Presidente: “Los servicios esenciales que funcionarán son los que resultan fundamentales para atender la situación de emergencia sanitaria: Salud, Seguridad, Defensa Civil, Tránsito, Desarrollo Humano, Servicio Alimentario Escolar, Fiscalización y Control, Mantenimiento y Servicios Urbanos, Higiene y recolección de residuos. Debemos estar unidos y preparados para afrontar la etapa que se viene del Coronavirus. Entre todos debemos ayudar a bajar la circulación del virus para que el sistema de salud pueda hacer bien su trabajo”.
A pesar de las medidas de prevención que bajaron todas las autoridades, cada uno desde su lugar trata de cuidarse como puede, para cumplir con sus obligaciones, aunque algunos no parecen tomar conciencia de la situación.