Es una decisión “estratégica” que “favorece para lograr la soberanía alimentaria que el país necesita”. De esta manera anunció el presidente Alberto Fernández el rescate del Grupo Vicentín, uno de los conglomerados alimenticios más importantes de Argentina.

Este grupo, actualmente en concurso de acreedores, se encuentra en medio de una “enorme crisis financiera”, con el Estado como principal acreedor.

La decisión del primer mandatario fue la intervención del grupo empresario y la designación de Gabriel Delgado al frente de esta intervención. Delgado es doctor en finanzas y en economía agropecuaria. Se desempeñó como secretario de Agricultura durante la segunda presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. La intervención desembarcará a partir de este martes.

Asimismo se enviará un proyecto de ley al Congreso disponiendo la expropiación de la compañía. En el proyecto trabajó el ministro de Desarrollo, Matías Kulfas, y la senadora Anabel Sagasti.

Fernández recordó que se trata de una empresa líder en el mercado agropecuario y sostuvo que “el propósito es que continúe y trabajadores tengan continuidad”, como así también que “alrededor de 2600 productores puedan seguir contando con empresa a quien venderle lo que producen”.

El Presidente remarcó, “todos los empleados continuarán en sus puestos”. Se trata de una empresa que tiene 1.300 puestos de trabajo directos y a ello se le debe sumar otro tanto de puestos de trabajo indirecto.

El proyecto de ley de expropiación propondrá que el Estado se haga cargo de todo activo del Grupo Vicentín que se conformará en un fondo fiduciario cuya gestión será encomendada a YPF Agro, “una empresa líder de capitales mixtos”, precisó el primer mandatario.

El jefe de Estado, enfatizó: “Queremos rescatar (a Vicentín) en favor de la economía argentina” y particularmente para el “mercado de granos y cereales que es un activo muy importante por todo lo que se exporta”. Pero por sobre todo, el Presidente remarcó que luego de la pandemia la producción de alimentos será de “suma importancia”.

También señaló que el rescate de una empresa de esta magnitud era un reclamo tanto de los productores como del gobierno de la provincia de Santa Fe (donde concentra sus actividades).

Uno de los roles fundamentales que le confiere el Gobierno a esta estatización es que es “muy importante tener una empresa testigo en el mercado de granos como YPF (en el caso de combustibles) que pueda dar señales, pero nada más que eso”, aseveró el jefe de Estado.

El principal acreedor de Vicentín es el Banco de la Nación con 18.300 millones de pesos, también tiene una deuda con Banco Provincia de Buenos Aires por 1.600 millones de pesos y, además, es deudora del Estado por cifras millonarias.

Ante las posibles críticas al proyecto, Fernández aclaró que se trata de “una empresa que iba camino a la quiebra, no es una empresa próspera que se nos ha ocurrido expropiar”. Y agregó que “los santafecinos están muy contentos y los argentinos tenemos que estar contentos porque un paso hacia la soberanía alimentaria”.