Primero, Alberto Fernández escuchó a los especialistas. Luego sumó músculo político para confirmar lo que era un hecho: la cuarentena total por el brote de coronavirus tendrá una segunda etapa hasta el domingo 12 de abril a la medianoche, cuando termine la Semana Santa. No dijo nada sobre la vuelta a clases.
El dato clave de la decisión es que se trata de una segunda etapa, una extensión de la primera pero que no sería la última. Ni siquiera con un escenario de mejora.
En Olivos, el Presidente repitió un ritual casi idéntico al del jueves 19 de marzo cuando dispuso el aislamiento obligatorio, primero charló con expertos médicos que recomendaron extender; luego mapeó la opinión y el respaldo de los gobernadores.
Desde la quinta presidencial, mantuvo una «cumbre virtual» con los mandatarios para escuchar el análisis de cada uno sobre la eficacia o no de la cuarentena y el impacto económico y social.
«Los resultados son interesantes, son buenos. Nos alientan», dijo al inicio de su mensaje, y habló de «ganar tiempo» para preparar el sistema de salud para enfrentar la pandemia.
Hizo, además, una punteo de las medidas que tomó el Gobierno – de congelar alquileres a ayudar a empresas a pagar salarios -, agradeció al personal que presta servicios esenciales, y elogió que la gran mayoría de los argentinos cumplió con el aislamiento.
Fernández tiene una posición tomada y la repitió en la teleconferencia con los gobernadores. «De la economía se vuelve, de las muertes no se vuelve más. De la caída del PBI se vuelve, de la muerte no», dijo en la cumbre online y la repitió cuando hizo el anuncio ante los medios.
Se mostró muy duro con los empresarios por las subas de precios y los despidos. Justo en medio del anuncio de Techint de que despedirá 1.450 trabajadores, el Presidente dijo este domingo: «Voy a ser muy duro con quienes especulan con esta situación y con quienes despidan gente». Y agregó que «es momento no de perder, sino de ganar menos».
Pidió, además, poner el foco en los barrios más humildes «por el hacinamiento» y que los gobernadores garanticen el tránsito de los camioneros. En el mensaje por TV retomó ese punto: pidió que cumplan la cuarentena, prometió que el Estado aportará fondos y alimentos, y planteó que en particular cuiden a los ancianos.
Fernández cree que el pico crítico será entre mediados de abril y mediados de mayo. Lo anterior sería una curva ascendente y recién entonces se podrá evaluar la eficacia o no de la cuarentena.
En su discurso, el Presidente hizo una parábola: empezó optimista y terminó con una alerta. Agradeció el esfuerzo, pero advirtió, al final, que la crisis recién empezó y «no tenemos garantizado ningún resultado».
A tal punto está todo encaminado para que el aislamiento siga que ya se activó el trámite para que haya un certificado único de circulación que entrará en vigencia el miércoles 1°.
El DNU lo comenzó a perfilar este domingo la secretaria de Legal y Técnica, Vilma Ibarra, junto con Cafiero y Ginés González García. Fernández lo firmará, según lo previsto, este lunes.