El ruidazo llegó a la Quinta de Olivos

Manifestantes se acercaron a la puerta de la Residencia Presidencial para protestar contra el tarifazo. El color de una jornada picante y testimonios de la oposición.

Alrededor de las 20 horas del miércoles, en pequeños grupos comenzaron a llegar a la Quinta de Olivos los manifestantes convocados al “Ruidazo nacional”.  Una de las particularidades de la jornada la protagonizó un grupo de jóvenes que extendieron una soga entre dos árboles y sobre ella colgaron boletas de servicios públicos y hasta una hoja que calculaba el costo de vida básico en más de 10 mil pesos.

Rápidamente, los cuatro carriles de Avenida Maipú en sentido San Isidro fueron ocupados por quienes se acercaron hasta la puerta de la Residencia Presidencial para expresarse en contra del tarifazo. Detrás de  ellos se ubicó un numeroso despliegue de seguridad, a cargo de Policía Federal y efectivos de la Prefectura Nacional, con varios camiones hidrantes.

Al ruido de los cacerolazos se sumaron unos cuantos silbatos, después aplausos  y también algunos cantos contra la figura de Mauricio Macri. Entre los participantes había familias, jóvenes, ancianos, y poca identificación partidaria; unas cuantas cartulinas, banderas de Argentina y un grupo de personas identificadas con los movimientos sociales y partidos de izquierda.

Lorenzo Beccaria, concejal del bloque del Frente para la Victoria- PJ, presente en la manifestación opinó de los incrementos tarifarios ante Guía de Noticias, “en algunos casos habría que reverlos y hacer un aumento paulatino, pero la decisión de este gobierno es sacarle recursos al pueblo y no tocar las ganancias de los sectores concentrados”; a su vez, el ex jefe de la Anses  local puntualizó sobre cómo afectan los aumentos a los jubilados:  “El impacto es mucho mayor, porque es un sector que también sufrió la quita de remedios, el ajuste en los haberes y la reducción de beneficios por parte del PAMI”.

Aún en ese contexto, tuvo margen de hacer política partidaria. Consultado sobre cómo se puede revertir las subas, Beccaria afirmó que  “el único cambio que puede haber es con los votos, eligiendo otro Presidente, otro gobernador y otro intendente en 2019”.

Si bien el número de participantes fue considerable, estuvo lejos de reunir la misma cantidad de voluntades que colmaron la Quinta de Olivos el pasado 17 de diciembre, cuando el reclamo fue por la reforma jubilatoria. Quizá, la calle fue en ese aspecto un correlato del Congreso, donde la oposición durante la mañana estuvo a punto de reunir los 129 diputados necesarios para llevar la discusión al recinto.

Otro de los presentes fue el ex edil y referente del Movimiento Evita, Joaquín Noya, que explicó cómo afecta el tarifazo a los sectores más vulnerables. “Hay muchos vecinos que quisieran que les llegue una boleta de luz o de gas, pero ni siquiera tienen servicio”, en ese sentido, contó que  “cuando el gas aumenta,  la garrafa también sube  de forma desproporcionada”, y explicó que cada garrafa vale hoy entre 400 y 500 pesos, sin siquiera una regulación que controle la calidad.

“El aumento fue mayor para quienes menos consumen, eso habla de un gobierno que beneficia a los más ricos”, remarcó Noya, quien también mencionó que a un grupo de veinte vecinos del Barrio La Loma, que tienen un servicio deficiente porque comparten el mismo medidor, les llegó una boleta de agua de 40 mil pesos.

Cerca de las diez de la noche, antes de que comience la dispersión, el ruido de los utensilios de cocina desapareció y los instrumentos de viento hicieron sonar la melodía del Himno Nacional.