El MID realizó un evento, “Día del amigo desarrollista”, que reunió a varios referentes políticos, en lo que resultó una foto con una fuerte connotación tanto para sectores afines como para el Gobierno del Frente de Todos. En una concurrida videoconferencia, coincidente con el natalicio de Rogelio Frigerio, quien fuese parte del gobierno de Frondizi, coincidieron Horacio Rodríguez Larreta, el ex ministro y nieto del homenajeado, María Eugenia Vidal – de forma remota -, Ricardo López Murphy, Martín Lousteau, Margarita Stolbizer y Facundo Manes.

Con la moderación del periodista Paulino Rodrigues, cada uno hizo una breve exposición a partir de frases tomadas del ex presidente. En todos los casos, la referencia a temas de coyuntura fue una constante.

En anfitrión sintetizó el espíritu de la convocatoria, a la vez que pareció enviar un mensaje elíptico a Macri: “Apostar al desencuentro, al enfrentamiento, la construcción desde la confrontación con el otro, es muy fácil. Pero lo que necesita Argentina es la búsqueda de consensos. La construcción de puentes es imprescindible”.

En un momento en el cual se discute la conducción del PRO y el futuro de Cambiemos, todas las miradas estaban puestas en el jefe de Gobierno porteño. En su introducción y con una foto sepia en la mano recordó su vínculo con el desarrollismo, “soy ahijado de don Rogelio – contó -. El MID hacía reuniones en mi casa”.

Destacó logros del gobierno de Frondizi: “Pulverizó la inflación, logró el autoabastecimiento energético, dio un paso enorme en la integración del país al mundo”, repasó, y se preguntó por qué no se le dio continuidad a ese plan.

Enseguida ajustó sus palabras al presente. “Hay que terminar con la grieta. Puede alcanzar para ganar una elección, pero no alcanza para sostener una visión a largo plazo”, dijo, y consideró, “los consensos son la única garantía para generar confianza”.

“Argentina tiene que generar un sendero de crecimiento del 3 por ciento por año durante 30 años, la única manera es con una mirada común”, señaló, y en lo que pareció bastante a una postulación, citó el ejemplo de la Ciudad de Buenos Aires en la construcción de consensos, y habló de “llevar ese modelo a todo el país”.

Rodríguez Larreta dio algunas pistas más: “Debemos tener claro que para gobernar sin grieta debemos construir un camino previo”. En ese punto mencionó el trabajo conjunto este año con Nación y Provincia en el marco de la pandemia.

En la apertura de la reunión, Vidal habló de la defensa de la legalidad “en un tiempo como este, cuando muchas veces se pone en duda el cumplimiento de la ley y los mensajes sobre lo que está bien o mal no son claros; donde el Estado no está siempre para restablecer la Justicia y definir el orden que nos da la libertad”. Y convocó a defender las instituciones.

La ex gobernadora tomó también la idea planteada hace 60 años, “el desarrollismo hablaba de la alianza de sectores”, destacando que es “un momento en el cual cuesta tanto encontrarnos”. Además, llamó a vencer la “desunión y la pasividad”.

A su turno, López Murphy aclaró sus diferencias ideológicas, ya que con sus ideas liberales tiene grandes discrepancias con el desarrollismo. No obstante remarcó que “en algo nos poníamos de acuerdo, en que los problemas no se pueden postergar, sino los va agravando”.

Stolbizer abordó la cuestión de la seguridad jurídica. Consideró que hay una construcción pendiente del progreso colectivo y que “Argentina arrastra problemas estructurales. Repetición de crisis”.

“Argentina sufre un problema grave de crisis del sistema de representación”, dijo, y tras apuntar a instituciones poco confiables, la referente del Gen sostuvo, “deberíamos estar discutiendo qué calidad de democracia queremos”. En su discurso sobrevoló asimismo temas de actualidad como la reforma judicial, la elección del procurador (tuvo una crítica velada contra Carrió) y la necesidad de convocar a una mesa de diálogo.

Martín Lousteau se ocupó del federalismo económico. Habló de ganarle al presente y evaluó que “hoy debería ser más sencilla la industrialización”. Para alcanzar ese objetivo, señaló, se “requiere un Estado riguroso y sensible. El estado y el mercado se deben retroalimentar mutuamente”.

Manes repitió el punto de vista que compartió varias veces en público. Hizo referencia a la “lucha contra el atraso”, y disparó, “lo indignante es esta involución crónica”.

“La tarea es enorme, hay que cambiar la decadencia, también ética y moral”, manifestó el neurocirujano tentado varias veces para alguna candidatura. Y agregó que “el cambio nos debe involucrar a todos los argentinos, no puede ser de un sector”.

Tras deslizar que “la política debe hacer una autocrítica”, expresó, “hoy el proyecto de democracia es el desarrollo, a través del paradigma del conocimiento. Hay que sacar de la depresión a la sociedad argentina”.