El municipio de Morón brindó detalles acerca de la situación que atraviesa el distrito, la cual llevó en el inicio de la gestión de Cambiemos a la aprobación de una Emergencia Administrativa, Económica y Financiera. Ante el cuestionamiento de algunos sectores políticos – el Frente Renovador pidió la derogación – , el oficialismo convocó a una sesión especial para compartir la información.
Bajaron al recinto el secretario de Economía y Finanzas, Sebastián Torrillas; el subsecretario de Trasparencia Institucional y Control de Gestión, Ricardo González Dorfman; y el subsecretario de Legal y Técnica, Cristian Herrera. De más está decir que hubo un ida y vuelta picante a partir de las intervenciones de los ediles, principalmente de Nuevo Encuentro.
En el inicio, Torrillas afirmó que, al momento de presentar el acta de transmisión de mandato, “la gestión anterior informó una deuda de 55.182.922 de pesos”. “Al 31 de diciembre vimos que según la información del municipio, la deuda por facturas comerciales ascendía a 69.209.945 y, al 15 de marzo, la factura comercial ascendió a 175 millones”, sentenció.
A su vez, relató cómo fue evolucionando durante 2015 el déficit, que pasó de 15 millones en marzo a un techo de 82 millones en septiembre, que luego bajó merced a aportes de Nación.
Habló también de la deuda superior a los 100 millones con Urbaser, la empresa que se ocupa del servicio de higiene urbana. En otro tramo comentó que casi el 90% de las compras realizadas en los dos últimos años de Nuevo Encuentro se hicieron bajo la metodología de compra directa.
Por su parte, González Dorfman se refirió a cómo diversas áreas necesitan una renovación y no fueron incluidas en la deuda por la gestión anterior. “Por ejemplo, todo el sistema de comunicación tecnológico del municipio es obsoleto. Sin internet no hay liquidaciones ni recibos de sueldo, y no se puede atender al vecino en todos los sistemas”, advirtió.
Los funcionarios del Ejecutivo apelaron a un discurso tanto técnico como político. En ese sentido, el subsecretario de Transparencia Institucional y Control de Gestión no ahorró críticas al gobierno saliente: “Para una fuerza política la emergencia no era tal porque estábamos en un municipio de avanzada”, chicaneó, y agregó, “el vecino habrá evaluado si éramos Oslo o no”.
“El municipio así está que no da más”, disparó, y aclaró, “no usamos la emergencia para perseguir trabajadores, hacer contrataciones por fuera de la reglamentación o subirnos los salarios”. Parte de su participación la dedicó a ejemplificar casos de irregularidades administrativas.
A su turno, Cristian Herrera dijo: “Nunca vi un sistema tan absurdo, anticuado y poco transparente”. Repasó supuestas infracciones de gestión, que comprometerían a dos actuales concejales de la oposición, Lucas Ghi y Florencia de Luca. Rozó asimismo a Diego Spina al deslizar que hay que “analizar” las obras del Deportivo Morón.
Hizo mención más tarde a un sistema irregular de subsidios y al abuso de las contrataciones directas para “seleccionar proveedores afines”. Además, habló del manejo del área de recursos humanos, que calificó como “discrecional y poco serio”.
A la hora del descargo, Hernán Sabbatella – que enfrentó una barra copada por el PRO – consideró que no concurrieron al recinto funcionarios competentes y señaló que “confunden todo, esto no es una Rendición de Cuentas”.
Tras remarcar que “no son moronenses, no conocen el distrito”, el presidente del bloque del Frente para la Victoria indicó que los secretarios tuvieron “argumentos baratos para fundamentar la emergencia”. “Nos parece penoso que nos acusen de poco transparentes cuando anularon funciones del Concejo”.
A su intervención se sumaron las de Spina, que recordó que en el Presupuesto de este año se imputó una deuda de 60 millones, “era esa la cifra o está mal hecho”, chicaneó. Además, realizó una serie de preguntas técnicas que no obtuvieron respuestas concluyentes.
Y el ex jefe comunal de NE reforzó la idea de sus compañeros de banca, la insuficiencia de elementos para justificar la emergencia económica. “Van cuatro meses y no vimos un papel”, cuestionó Ghi.
Cabe destacar que por el lado del Frente Renovador las aguas están divididas, hay un sector más duro que sigue insistiendo con que hay que derogar la emergencia; y otro más componedor apoya los argumentos del oficialismo.