Hospital Posadas: ¿sabotaje o papelón?

La Justicia tendrá que establecer si el incidente con la silla de ruedas encastrada en el resonador fue un accidente o un hecho vandálico. Todos los puntos de vista. La connotación política.

El resonador nuclear magnético del Hospital Posadas (de Phillips) fue adquirido por una licitación hace tres años. Cuesta 800 mil dólares y es uno de los de mayor envergadura disponible en el mercado. Arreglar los desperfectos que causó la silla de ruedas al encastrarse en el aparato puede costar 30 mil dólares. Se encuentra en funcionamiento a modo de prueba por 48 horas.

En La Nación dos expertos en resonancia magnética y electromecánica del sector privado se contradijeron en sus opiniones: mientras uno consideró que “es muy improbable que haya sido un accidente”; el segundo, en cambio, dijo que es perfectamente posible dada la fuerza del aparato. El caso es investigado en la Justicia.

Desde Nuevo Encuentro, vinculados a la anterior intervención del inmenso nosocomio, sostuvieron que la teoría de los directivos de que el daño fue un boicot es «una atrocidad brutal». Y aseguraron que «un médico residente entró con un paciente en silla de ruedas en la tarde del viernes y dejó el equipo de resonancia encendido por error cuando ingresó la silla”.

En conferencia de prensa desde la Casa Rosada, el gobierno nacional informó que presentó una denuncia en la Justicia e inició un sumario administrativo. «Nos da la impresión que es muy difícil que esto sea un accidente. En el caso más leve es una negligencia muy grave», sostuvo el director del hospital, Alberto Díaz Legaspe. Pero admitió que la Justicia deberá dirimir si fue intencional o no.

Por su parte, el jefe de Residentes de Neurocirugía, Juan Manuel Herrero, una de las personas que aparece en las fotografías al momento de sacar la silla del resonador, habló con Perfil y detalló: «El viernes, uno de los residentes ingresó a la sala con una silla de ruedas y lo que ocurrió fue un accidente, no está bueno que haya pasado pero es frecuente en varios lados».

«Ese día yo no estaba en el hospital, pero el domingo, cuando los técnicos de Phillips estaban trabajando para retirar la silla, sí», contó, y agregó que «como había que sacarla a la fuerza, me pidieron ayuda y accedí».

El neurocirujano destacó que se sacaron fotos durante todo el procedimiento y que fueron esas las imágenes que se difundieron. «El problema después fue que usaron la foto para hablar de un sabotaje y vincularlo a hechos políticos cuando no fue lo que pasó. Incluso dijeron que soy de la barrabrava de Morón, y nada que ver», remarcó Herrero.

NOTA DE TRABAJADORES DEL POSADAS A LA DIRECCIÓN

En relación a la alarmante sucesión de noticias publicadas entre los días de ayer y hoy, integrantes de diversos sectores de trabajadores del hospital, queremos hacerle llegar nuestro más enérgico repudio a las ambiguas declaraciones vertidas desde las autoridades de la institución sobre el lamentable incidente sucedido el sábado 13/02/2016 que pudiera haber sido intencional, y que el conjunto de la prensa ha dado en los diferentes portales, canales de radio y televisión como un hecho de sabotaje y vandalismo contra el Estado.

Es claro para nosotros, que conocemos la versión de los trabajadores participantes del episodio, que se trató de un error involuntario, lamentable y prevenible, pero involuntario.
No dudamos que eventos como estos deben ser prevenidos, investigados para identificar las causas, y ser revisadas las medidas de bioseguridad que han sido vulneradas, los procesos en juego y los pasos de éstos no cumplidos, pero estamos convencidos, que la institución debe dejar claro que hay una enorme diferencia entre un error involuntario y un hecho de sabotaje político.

A las 24 horas del episodio, un grupo de residentes que se encontraba en el área cumpliendo otra función, a pedidos de técnicos de Phillips, colaboró con las maniobras de extracción de la silla y lograron desencastrarla. Las fotos del procedimiento han sido publicadas por La Nación, y viralizadas por las redes sociales, con la información falsa del “rostro de los responsables”.

La comunidad del Hospital Posadas está conmovida e indignada por esta sucesión de eventos, pero sobre todo, por la cuestionable forma en que las autoridades han administrado la información exponiendo a falsos juicios de la opinión pública a profesionales bien intencionados, trabajadores honestos y comprometidos con el hospital y los pacientes.

Solicitamos urgente una aclaración pública en los medios y en la página web del hospital en que se ha informado equívocamente, para dejar en claro la buena intención de los colegas involucrados.