El dirigente radical Jorge Álvarez Núñez culminará el 10 de diciembre su segundo mandato consecutivo como concejal en San Isidro y hará un paréntesis en su actividad política. «Cierro un ciclo de ocho años, en los que viví las cosas más importantes de mi vida pública y privada. En lo público pude representar a mis vecinos. En lo privado, lo empecé como hijo y lo terminé como padre, que considero que es el mayor crecimiento que una persona vivencia», repasó ante Guía de Noticias.
El edil possista celebró la semana pasada, según sus palabras, «el cierre de una etapa y el comienzo de otra» con un brindis en un tradicional salón del Bajo San Isidro. El evento convocó, entre otros, al intendente Gustavo Posse, el dos veces presidente de la Unión Cívica Radical Ernesto Sanz, el vicegobernador Daniel Salvador, el neurocientífico Facundo Manes, el ministro de Ciencia y Tecnología Jorge Elustondo y el presidente del Concejo Deliberante, Carlos Castellano. Del PRO se acercó el titular de la Agencia de Administración de Bienes del Estado, Ramón Lanús.
No se perdieron la fiesta tanto concejales peronistas y dirigentes del sindicalismo municipal, como representantes de empresas automotrices, tabacaleras, de tecnología y de las telecomunicaciones de estrecho vínculo con «El Panadero». El vecino de Martínez calificó como «una devolución de respeto» la presencia de cada uno de sus invitados.
Habla del inicio de una nueva etapa, ¿a qué se refiere con esto?
Porque empezamos una nueva etapa de aprendizaje. Y también una nueva etapa de construcción política, en la cual tenemos para darle a la sociedad y los vecinos un aporte de muchos años de trabajo. Estamos construyendo un espacio de trabajo que va en la misma línea de lo que hicimos siempre, ponderando a quienes más lo necesitan: las personas sin DNI, los inmigrantes, los desocupados, los que menos tienen y las minorías, a las cuales dedique parte de mi vida política. Es el inicio de una etapa donde vamos a darle forma a una corriente política dentro de Cambiemos, con muchas de estas banderas.
¿En su fiesta se vio el espectro en que se mueve para dar construir su corriente política?
Más bien fue una invitación a muchos amigos con los cuales compartí muchos de estos ocho años, y muchos otros con los que voy a seguir haciendo política. La política me dio amistades como las de Ernesto Sanz, Daniel Salvador y Facundo Manes. Y también hermanos de la vida como Fabio Quetglas, que ahora asume como diputado nacional por Cambiemos, y Guillermo Suárez, que asume como legislador porteño por Vamos Juntos. También fue importante celebrar con quienes compartí el ámbito de trabajo deliberante. No soy de los que se toman la política como cuestión de vida o muerte. Para mí la actividad política es una disciplina del poder, pero no impide construir relaciones personales.
PASADO Y FUTURO
Con un ciclo en la función pública finalizado, el dirigente hizo un racconto, pero promete volver a la arena política. En su agenda será prioridad la concreción de las iniciativas sociales que impulsa como presidente del IADEEP, aunque admite que lo tientan para ejecutarlas con un cargo desde el Estado nacional. Pero sobre todo, promete la mayor de sus atenciones a Manuel, su primer hijo recién nacido.
En el balance de su tiempo como concejal, ¿qué logros destaca?
En lo personal aprendí a escuchar, que no es común en la política. En lo político, creo que hice un aporte llevando la bandera de los que más lo necesitan en el Concejo Deliberante. Se plasmó con iniciativas en el Concejo y también en el Ejecutivo. Lo hicimos con las personas sin DNI, como con la creación de la primera oficina de asesoramiento en adopciones en toda la provincia de Buenos Aires y la creación de un Consejo Municipal de la Niñez para que la infancia tenga visibilidad en la agenda política. En materia de reivindicaciones políticas, desde mi banca acompañé el primer casamiento de una chica trans en Buenos Aires y una lucha de los derechos civiles en nuestro país como el de la identidad de género. Después pude incorporar en la agenda el uso de la bicicleta en la ciudad y logré promover una Ordenanza al respecto. Y traté de mostrar el espíritu de la norma, el porqué de lo que votaba.
¿Qué quedó pendiente?
Me gustaría haber podido llevar más cosas de consenso con otras fuerzas. Y algunas cuestiones personales, me pasó de ver que mucha gente que va a apoyar al campeón, pero cuando se baja del ring lo deja de lado. Esta es una de las cosas que me decepcionó de este proceso.
Sin embargo, no se va a bajar de la actividad política. ¿Qué depara su futuro público?
Lo primero que haré es destinar mi mayor cantidad de tiempo en la crianza de mi primer hijo, que tiene dos meses de vida. Después del verano retomaré la actividad política. Quiero cerrar la situación de las personas que están sin DNI en la Argentina, por eso estoy colaborando con organismos nacionales y el Gobierno con un proyecto en esa línea, que seguramente el año próximo se hará pública. Me dedicaré a eso, pero no sé si lo voy a hacer desde la sociedad civil o desde el Estado. Como en toda decisión hay pros y contras. Estoy cómodo acompañando al Gobierno, pero quizá desde otro lugar, no sé si me sentiría tan cómodo en el Ejecutivo nacional.