La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner advirtió en el acto del 25 de mayo que aunque «hagan lo que le hagan», la quieran matar o meter presa, ella «es del pueblo» y llamó a fundar un nuevo «pacto democrático» con todos los sectores políticos.
Acompañada en el escenario por funcionarios, los gobernadores Axel Kicillof y Alicia Kirchner, los ministros Sergio Massa y Eduardo “Wado” de Pedro; legisladores y dirigentes del oficialismo, y por sus nietos María Emilia y Néstor Iván, hijos del diputado Máximo Kirchner, quienes se mostraron con ella por primera vez en un acto político, la ex presidenta propuso «tres ejes» para la etapa que viene, aunque no dijo directamente ningún nombre en particular.
En ese marco destacó que el préstamo de ese organismo otorgado en 2018 fue de carácter «político», por lo que «política tiene que ser la solución», y citó a Néstor Kirchner cuando «decía que los muertos no pagan la deuda».
«¿Creen que van a poder pagarlo únicamente con commodities? No, olvídense de eso porque además, las commodities las terminan regulando los flujos financieros y siempre te acomodan para seguir debiendo. Es imprescindible unidad nacional frente a eso”.
En ese tramo hizo una descripción de la herencia económica que atribuyó a la gestión de Macri. Dijo que entre 2015 y 2019, el PBI de la Argentina medido en dólares se redujo en 200.000 millones y que el gobierno de Cambiemos dejó «120.000 millones de dólares más de deuda».
En materia económica, uno de los aspectos que puso sobre la mesa es «una alianza público-privado para agregar valor e incorporar tecnología» y volvió a alertar sobre el riesgo de recaer en las ideas neoliberales, a la que definió como «esa doctrina que sostiene que el mercado y lo privado todo lo resuelven».
También resaltó: «Si no logramos que ese programa que el FMI impone a sus deudores sea dejado de lado y nos permita un programa propio de crecimiento, va a ser imposible pagarlo»
En uno de los momentos esperados por los asistentes, Cristina Fernández apuntó contra la Corte Suprema, es «un mamarracho indigno», aseveró. Planteó que «los argentinos se merecen» un máximo tribunal que «sea llamado como tal sin ponerse colorado”.
Más adelante, habló de la gestión actual del Frente de Todos y en ese momento aludió a «todas las diferencias que he tenido y que tengo y que no es necesario explicitarlas» y recordó que ella ya las hizo públicas.
En diálogo directo a la militancia comentó que no olvidaba «la Plaza de la calabaza del 9 de diciembre de 2015, cuando nos despedimos, no para siempre».