Si no fue el primer lanzamiento de Juntos por el Cambio, el de Horacio Rodríguez Larreta al menos sí fue la primera puesta en escena fuerte y la que generó más repercusión. La precampaña opositora comienza con más mensajes hacia adentro de la coalición que hacia afuera, pero especialmente dentro del PRO, donde juegan Mauricio Macri y Patricia Bullrich.
Lo acompañaron el anfitrión, el intendente Diego Valenzuela; Diego Santilli, quien blanqueó también su intención de competir en Provincia, y dirigentes locales y seccionales.
“Yo gobierno la Ciudad con el kirchnerismo enfrente en el gobierno nacional y me la banco”, dijo desde Tres de Febrero, tras su primera actividad – reunión con vecinos – como candidato declarado. Ya había publicado horas antes el video en el que confirmaba sus intenciones presidencialistas y había dejado un claro mensaje “antigrieta”.
El “me la banco” de Larreta, lejos de ser un mensaje para ese “kirchnerismo” a enfrentar, fue una respuesta más para la interna opositora. Unas 24 horas antes, Patricia Bullrich había enumerado en sus redes sociales una lista de dirigentes K con los que no se podría dialogar. “Argentina no sale sin coraje, Argentina no sale con tibios, sale con mucha decisión. Como digo, tibios abstenerse”, expresó la presidenta del PRO en ese hilo tuitero.
La razón que dan en Juntos por el Cambio para el tono internista de la campaña anticipada es bastante lógico: antes de las elecciones generales de octubre están las PASO de agosto. En el espacio hay una hipótesis extendida, pero no unánime, que no carece de riesgos, el gran desafío es ganar la interna, no las generales.
En su versión actualizada del clásico llamado a la unidad nacional -de la que Larreta dejó afuera al kirchnerismo-, el mandatario porteño piensa en un próximo gobierno. Afirma estar convencido de que para realizar las transformaciones estructurales que hagan falta necesitará de una amplia red de consensos no solo en el Congreso, sino en la dirigencia política en general. Sin embargo, el discurso conciliador le sirvió, sobre todo, para diferenciarse de los halcones del PRO.
Mauricio Macri envió un cuidado mensaje de apoyo para el jefe de Gobierno. “Yo creo profundamente en la competencia. Creo que de la tensión que produce la voluntad de ganar, siempre salimos favorecidos”, escribió, pero se puso más allá de la propia competencia: “Los dirigentes del PRO se presentan ahora dispuestos a competir de forma transparente para que sean los votantes quienes decidan quién será su representante. Como fundador del espacio, me siento orgulloso”.