Miles de personas salieron el fin de semana en casi la totalidad de las provincias argentinas, para pedir a los representantes políticos la protección urgente de los humedales.
En Rosario, las organizaciones cortaron el puente; mientras de Ushuaia a La Quiaca se desplegaron marchas, pintadas, talleres, carteles y protestas, unificadas en el reclamo. En Buenos Aires, activistas de Greenpeace se acercaron hasta el Congreso Nacional para llevar el humo que padecen desde hace meses los habitantes del Delta con la quema de los humedales, y elevaron carteles con el reclamo: “Incendio=Delito Penal“ y “Ley de Humedales, Ya”.
La semana pasada, la Cámara de Diputados anunció que el próximo jueves se dará el debate en plenario de comisiones para avanzar, finalmente, con la sanción de la ley.
“Nuestros humedales se encuentran en estado de emergencia. Necesitamos que el Congreso esté a la altura de la crisis ecológica y climática que atravesamos, y que se reconozca el reclamo ciudadano por una Ley de Humedales, que lleva más de 10 años”, afirmó Leonel Mingo, de la campaña de humedales de Greenpeace, en consonancia con los reclamos de las organizaciones.
Los humedales abarcan más del 21% del territorio nacional y tienen un enorme valor biológico, social, cultural y económico; se estima que el 40% de la biodiversidad mundial vive o se reproduce en ellos.
Las diversas actividades de este fin de semana reclamaron la protección de humedales frente al avance de los sectores agroindustriales, mineros e inmobiliarios y la falta de control que los destruyen, y rechazan el proyecto de ley acordado por los ministerios de Ambiente de las provincias.
“Sin ley no hay política de protección de los humedales, pero no queremos cualquier ley”, aclararon desde las organizaciones.
Desde Greenpeace señalaron: “Es necesario que incluya un relevamiento exhaustivo de cuántos son y en qué estado se encuentran los humedales de nuestro país, una moratoria, para frenar inmediatamente los fuegos, hasta que se termine el relevamiento y que se incorpore la figura de delito penal para quien los destruya”.