Masiva marcha en contra del Gobierno, pero sin anuncio de paro

Convocada por Camioneros, la movilización colmó las expectativas: concurrencia masiva, gestos de apoyo y una desconcentración tranquila. Los apoyos gremiales y políticos.

“Siga, siga, siga el baile, al compás del tamborín, si lo tocan Moyano les paramos el país”, cantaban los trabajadores de Covelia de Lomas de Zamora en la 9 de Julio. Más tarde este cantito de cancha judicial sería coreado por toda la multitudinaria concurrencia, cuando Hugo Moyano dijo que no tenía miedo de ir preso o de “dar la vida”.

“A pesar del miedo que metieron los diarios somos más de 200 mil trabajadores y trabajadoras”, celebraban desde el palco cuando aún faltaban tres horas para el acto. Un poco más tarde el número se elevó a 400 mil, cifra que quedó finalmente como estimación oficial. Desde el Gobierno, a esa misma hora, contaban 80 mil.

Más allá de la cifra exacta, la marcha colmó todas las expectativas del moyanismo: concurrencia masiva, gestos de apoyo y una desconcentración tranquila. Muchas críticas a las políticas del Gobierno, pero la cuerda sólo se tensó, no existió anuncio de paro.

Pasadas las 14, el palco se colmó de los dirigentes de la CGT, las CTA y el Triunvirato de San Cayetano que, después de Camioneros, fue el sector que sumó más manifestantes. A las 14:36, hicieron su entrada triunfal los Moyano. Hugo, Pablo y Facundo. La estrella fue, sin duda, el patriarca que dio su primer discurso en un acto callejero desde la unificación de la CGT y su “paso al costado”, que hace dos meses decidió revertir.

Hoy, confirmó que volvió al centro de la escena política y gremial. Sus aliados se ilusionan con que lidere una unidad de oposición. Así lo reflejaron los discursos de Hugo Yasky, Sergio Palazzo y el Gringo Castro. Desde abajo del palco se entusiasmaron también varios k, encabezados por Máximo Kirchner.

Sus gestos, su tono y sus palabras parecían confirmar la intención de retomar el rol de liderazgo que supo tener en otros tiempos. Interpeló directamente al Presidente y aclaró que no necesita apoyos ante las acciones judiciales. Y aclaró: “Si tengo un problema tengo las suficientes pelotas para defenderme yo solo”.

De paso, aunque aclaró que su situación personal no era el motivo de la concentración, realizó varias menciones a sus problemas legales. “No estoy implicado en ningún tema de corrupción por ahora, ni en ninguna denuncia”.

“No venimos a amenazar. No somos golpistas como fueron ellos, o aliados de los golpistas. Somos luchadores y vamos a luchar incansablemente hasta que reconozcan los derechos de los trabajadores argentinos”, señaló Moyano sobre el final, cuando se refirió al próximo turno electoral.

“En estos días uno se da cuenta de cómo pasó el tiempo”, había dicho antes de empezar su discurso, en el que en varios tramos gritó como no la hacía desde hace una década. Llegó en ambulancia para acelerar el paso y se fue en auto particular.