La noticia llegó sobre el filo del fin de semana y fue en la dirección opuesta de la información que circulaba hasta el momento: ahora, desde el gobierno nacional no habilitan la reapertura del Aeropuerto de El Palomar, iniciativa impulsada también por intendentes de la zona.

Con esta decisión, se complica más el panorama para las low cost Jetsmart y Flybondi, que operaban desde esa estación y cuyo modelo de negocios les vuelve inconveniente operar desde el aeropuerto de Ezeiza, único habilitado, dado que el Aeroparque Metropolitano seguirá cerrado hasta marzo de 2021, por una serie de refacciones.

La decisión fue informada por el vicepresidente del Organismo Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna), Fernando Muriel, a la titular de la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC), Paola Tamburelli, quien había previamente preguntado “si se han adoptado medidas y procesos en otros aeropuertos de la Región Metropolitana de Buenos Aires, que permitan la operación de servicios aerocomerciales de pasajeros en esta etapa inicial del reinicio de operaciones, bajo condiciones de seguridad en materia sanitaria”.

Otra vez, JetSmart y Flybondi habían comenzado a vender vuelos. El modelo de negocios low cost y los presupuestos del universo al que se dirige, le hacen inconveniente operar desde Ezeiza, por el costo de los servicios, el requerimiento de manga e incluso porque el propio acceso encarece el costo final para los pasajeros.

Hace un mes, las low cost celebraron la decisión de la jueza Martina Forns que en la causa judicial de amparo ambiental del aeropuerto había rechazado el pedido de cierre total del abogado Lucas Marisi, militante de Nuevo Encuentro. A principios de octubre, además, el ministro de Transporte, Mario Meoni, al cabo de una reunión con los intendentes de Morón, Lucas Ghi; Tres de Febrero, Diego Valenzuela; Hurlingham, Juan Zabaleta, e Ituzaingó, Alberto Descalzo, dijo que el aeropuerto de El Palomar “continuará sus operaciones” y que se buscaría asegurar los puestos de trabajo.

RESPUESTA DE LAS AEROLÍNEAS

Mientras que desde JetSmart informaron que recibieron autorización de la ANAC para operar vuelos de cabotaje desde Ezeiza, sin fecha definida, desde Flybondi difundieron un duro comunicado dando cuenta que es “El Palomar o nada”.

Aclararon que “si bien la aerolínea aún no fue notificada oficialmente ni se conoce ningún detalle sobre el alcance de esta medida sobre el Aeropuerto Internacional El Palomar”, pero remarcaron que “Flybondi expresa su más absoluto rechazo a esta decisión, cuyos argumentos son íntegramente impugnables y maliciosos; pero lo que es más grave aún, es que deja al descubierto el desmanejo regulatorio y la ausencia total de planificación y coordinación, generando dos claros damnificados: los pasajeros y los trabajadores”.

Tras recordar las declaraciones sobre la continuidad de El Palomar del ministro Meoni, del ministro de Turismo y Deporte, Matías Lammens, y la Administradora Nacional de ANAC, Paola Tamburelli, el comunicado cita un textual de Esteban Tossutti, presidente de la compañía, «volar desde Ezeiza no es una opción comercial para Flybondi ni tampoco para nuestros pasajeros, y las autoridades de gobierno y de los organismos reguladores conocen esta realidad. Su decisión demuestra el poco respeto hacia los pasajeros que adquirieron tickets para volar desde El Palomar y que hasta último momento no saben desde dónde saldrá su vuelo, sumado a los miles de pasajeros que sólo pueden viajar en avión si lo hacen desde un aeropuerto al que pueden llegar en transporte público. También nos llama mucho la atención que en este contexto de complejidad económica y profunda crisis de la industria, se pongan en riesgo miles de puestos de trabajo».

Concluye: «Vamos a solicitarle a las autoridades la revisión de esta medida y realmente esperamos que puedan tomar decisiones idóneas, que pongan en el centro a los pasajeros, a los empleados y al trabajo genuino. Además, en el caso en que sea un aspecto valorado por quienes definieron esto, sería importante que sus decisiones no busquen afectar la continuidad de un modelo de negocio que en poco más de dos años ha logrado democratizar el avión como medio de transporte y transformarlo en una opción accesible para todas las personas de este país».