Aunque algunos crean que sus privilegios los protegen de cualquier tormenta social, quiero decirles que tarde o temprano la inundación llega a su puerta.

Asistimos a un auténtico teatro argentino, emulando el gran circo romano donde alentamos, tiramos piedras, esperamos que salpique la sangre. Así llegamos a una situación donde el aburrimiento suizo es una amenaza.

Hoy, en primer lugar quiero definir que representa el pasado en nuestra actualidad; indefectiblemente tenemos que dividirlo en dos, el primero un pasado en el cual anclamos, según nuestra formación y las creencias, para ubicarnos en algún lugar de la famosa grieta.

El segundo es un pasado más inmediato, por ejemplo, el de la última década, el cual forma parte de una evidente decadencia reflejada a lo largo y a lo ancho de toda la Argentina. Datos sensibles y mediciones lo respaldan.

¿Quiénes son los responsables de este resultado? Respuesta: Todos. En mayor o menor medida, después cada uno meditará acerca de su responsabilidad, por participación u omisión, los argentinos hemos llegado hasta acá todos juntos.

¿Te diste cuenta? Algo tenemos que corregir dentro de nuestro universo, el de nuestras propias vidas, por lo menos para todos aquellos que ya llevamos cargado medio siglo en nuestras espaldas.

Un presente que nos encuentra como espectadores frente a gritos en los medios, transmitiendo histerias, banalidades, falta de valores; el compromiso que brilla por su ausencia, el consenso necesario que algunos comunicadores y dirigentes manifiestan es una expresión de deseo más que una realidad que practiquen, esto en mayor o menor medida representa nuestro presente.

Llegamos a lo más estimulante, eso que nos moviliza muchas veces, pensar, visualizar, el futuro, hacernos protagonista de golpe, hablando de la esperanza, de ver algún horizonte más promisorio para los nuestros y, obvio, hasta para nosotros mismos.

Pero, ¿qué hacemos a diario para acercarnos a materializar esos deseos? ¿Caminamos hacia ellos?

En estos días tenemos nuevamente una oportunidad de ejercer un derecho ciudadano fundamental. Sí, votamos otra vez, en este caso legisladores. Hablan de esperanza, del todo depende de usted o de vos.

Es lo que querés escuchar y está estudiado que así sea, pero no es un problema que te lo digan algunos candidatos, lo que preocupa es que no exijamos la fórmula, el cómo lo van hacer, el plan de acción, algo, ¿se entiende? Describan algo de su método. Es posible que algunos no lo tengan y otros piensen que después verán como lo hacen.

Los políticos argentinos en su conjunto, una extraña mutación que nos vende humo y nosotros lo respiramos creyendo que es un volumen de oxigeno que nos salvará la vida. Lamento decirles que hasta ahora respiramos humo.

¿Cómo se nos presentan las propuestas por parte de los diferentes frentes electorales y los candidatos que los representan? El comentario en el barrio, las charlas de amigos, denota una marcada apatía en algunos sectores de nuestra sociedad. ¿Por qué será?

Los resultados mandan, nadie se entusiasma cuando le toca perder muy seguido, y los argentinos en muchos casos padecemos cada vez más partidos perdidos, desde hace varios años. No será la hora de replantearse a qué estamos jugando, con quiénes, si están capacitados para todas aquellas responsabilidades necesarias para el buen funcionamiento de un país y sus diferentes organizaciones.

En este escenario, las campañas políticas, queda evidenciado, que se siguen complicando, algunos apostaron a una escuela de cuanto peor mejor y a esta altura se nos volvió en contra a todos los argentinos.

Reconstituir una estructura tan resentida va a llevar mucho tiempo, la amenaza cada vez es más grande, quienes quieren y pueden no cuentan con la fuerza ni el consenso para desandar este camino terrorífico. Algo fundamental a tener en cuenta, una acción habla mucho más que mil palabras, por eso dejemos de mirar los pies y concentrémonos en la pelota, eso nos diría un buen entrenador.

En este presente nos encontramos frente a la propuesta de los agradadores ¿Quiénes son los agradadores? Todos aquellos políticos intentando agradar a cualquier costo al electorado, de ahí la escalada de superarse pero no superarse hacia arriba, lamentablemente, se superan pero hacia abajo, la dignidad queda de lado.

Reconocer el pasado que fuimos, el presente que somos y el futuro al cual aspiramos es el escenario donde deberíamos pararnos. La imagen que construimos de quienes somos está equivocada, por ello seguimos distorsionando la del presente, que para muchos no se ajusta a una realidad de quienes realmente somos, esto complica la visualización del futuro que anhelamos y tampoco se acerca a la realidad que buscamos aspiracionalmente como sociedad.

@edunobreleite
Marketing Político / Comunicador por default