Apenas un día después del acto por los 100 años de YPF y el reencuentro tan esperado del presidente Alberto Fernández y su vice, Cristina Fernández, y en otro fin de semana con sobresaltos, el primer mandatario pareció hacerle caso a la ex presidenta y usó la lapicera para echar a un ministro (otro más) de su riñón: Matías Kulfas.

Daniel Scioli será el reemplazante en el ministerio de Desarrollo Productivo. Tras horas de hermetismo oficial y reuniones en Olivos, el Gobierno oficializó la designación del embajador, que asumiría formalmente después del regreso del jefe de Estado de la Cumbre de las Américas previsto para el viernes.

El Presidente le ofreció el cargo al ex gobernador bonaerense por teléfono y recibió una respuesta afirmativa. Por la misma vía había despedido a Kulfas en las primeras horas de la tarde del sábado. El ex motonauta se había sentado en la larguísima primera fila en el acto de YPF, el viernes, y participado en la visita de Alberto Fernández a SMATA, el miércoles.

Cristina de Kirchner todavía no logró que Martín Guzmán abandone el Ministerio de Economía, pero forzó al Presidente a echar del a Kulfas. Un tuit de la vicepresidenta al mediodía del sábado, dejó sin margen de maniobra a Alberto Fernández, que le pidió la renuncia a uno de sus funcionarios más cercanos, pieza fundamental de su armado y programa económico desde 2019 y uno de los más resistidos por el kirchnerismo.

“Muy injusto y, sobre todo, muy doloroso que este tipo de ataques lo ejecuten funcionarios del propio gobierno del Frente de Todos. Lo peor de todo: sin dar la cara, en off, mintiendo y utilizando periodistas. Con errores y aciertos, siempre hablé y actué de frente. Penoso”, escribió CFK en su lapidario tuit. Minutos antes, un comunicado de la empresa del Estado Energía Argentina – ex Enarsa y ex IEASA- difundió un comunicado en el que apuntaba contra la Cartera de Kulfas.

El texto, que compartió la vicepresidenta, responsabilizaba a ese ministerio por haber sugerido a periodistas por WhatsApp y en off the record que ese eslabón del organigrama de Energía – que controla el cristinismo – había realizado una licitación direccionada para favorecer al Grupo Techint en la provisión de caños para el gasoducto Néstor Kirchner, para transportar el gas de Vaca Muerta hasta Buenos Aires. El Presidente se encontraba a esa hora con la saliente interventora de la AFI Cristina Caamaño y su flamante reemplazo como titular de la agencia ya normalizada, el ex ministro de Defensa Agustín Rossi.

Ochenta minutos después del tuit de Cristina Kirchner, Fernández se solidarizó con ella por la misma vía y poco más de media hora después, a las 14.25, el Ejecutivo oficializó la renuncia de Kulfas. El Presidente lo llamó personalmente por teléfono para comunicarle la decisión. El ex funcionario, a la salida del acto en Tecnópolis, recordó en declaraciones a la AM 750 que la responsable de la licitación para el gasoducto era la empresa estatal.

La ex presidenta ya se había cobrado otra renuncia de un funcionario íntimo de Fernández: la del ex secretario de Comunicación Juan Pablo Biondi. El Presidente, también por la presión cristinista, debió desplazar a Santiago Cafiero de la jefatura de Gabinete. También hubo cambios en Justicia.

En los últimos meses, cuando el fuego amigo horadaba las gestiones de Guzmán y Kulfas -blancos preferidos de La Cámpora junto a Claudio Moroni, de Trabajo- algunos dirigentes hicieron correr la versión que Sergio Massa podría hacerse cargo de un súper ministerio de Economía que nucleara a las dos Carteras. Fernández no estuvo dispuesto. El presidente de Diputados fue el gran ausente en el acto de YPF, pero estuvo el sábado en Olivos, en el clímax de la crisis.

LA REACCIÓN DE JXC

En medio de la tensión al interior del Gobierno por la decisión de Alberto Fernández de echar a Matías Kulfas tras la acusación de funcionarios cercanos a Cristina Kirchner de que realizó una operación de prensa contra ella, desde Juntos por el Cambio reclamaron a la Justicia que investigue a los dirigentes de La Cámpora por la licitación de las obras para construir el gasoducto Néstor Kirchner.

Por su parte, la diputada Graciela Ocaña adelantó que el lunes presentará una denuncia penal para que se investigue si hubo irregularidades en esa licitación.

«La Justicia debe investigar si hubo comisión de delitos por parte de funcionarios cristinistas en las licitaciones del gasoducto Néstor Kirchner, tal como lo dejaron saber funcionarios de Kulfas y el propio ministro saliente. Este tema no queda en una guerra de declaraciones», sostuvo Mario Negri, jefe del bloque de la UCR en la Cámara de Diputados.

Los senadores anunciaron que exigirán al Poder Ejecutivo precisiones respecto a las denuncias que originaron el despido de Kulfas. «Requerirán precisiones vinculadas a la licitación que originó al mensaje ‘en off’ publicado en los medios de comunicación y difundido por la vicepresidenta de la Nación respecto a presuntas cuestiones vinculadas a hechos de corrupción», informaron en un comunicado.

El pedido de la oposición surge de la información que difundió el Ministerio de Desarrollo Productivo y que desató la ira de Cristina Kirchner. Ese mensaje afirmaba que la licitación del gasoducto fue hecha «a medida de Techint», empresa criticada por la propia vicepresidenta durante su discurso del viernes en Tecnópolis.

«La lapicera la tienen que usar los funcionarios de Cristina, que fijaron las condiciones para darle la construcción de las cañerías del gasoducto de Vaca Muerta a Techint», arrancaba ese off difundido entre periodistas.

Y agregaba: «Es IEASA, con funcionarios designados por ella, quienes hacen las licitaciones. Los que no usaron la lapicera como corresponde fueron sus funcionarios de IEASA. Ellos armaron un pliego de licitación a medida de Techint y de la chapa que el grupo fabrica en Brasil, de 33 milímetros de espesor».

Por último señalaba: «Y también adjudicaron la provisión de las válvulas a una empresa importadora en lugar de un fabricante argentino que ofrecía precios y condiciones similares, incumpliendo el compre nacional. En definitiva, los que están usando incorrectamente la lapicera son los funcionarios de Cristina».