Sergio Tomás Massa asume el control del Palacio de Hacienda con la urgencia de anunciar un plan económico creíble que logre estabilizar la economía, baje la inflación, reduzca la brecha cambiaria y achique el déficit fiscal. Para ello, deberá anunciar medidas concretas para bajar el gasto, luego de que se cerraran todas las fuentes de financiamiento. El miércoles próximo se espera conocer las primeras medidas del nuevo ministro de Economía, Agricultura y Producción, cuestión que implicó el jueves movimientos de cargos y renuncias – la de Béliz, en malos términos -.

Por un lado, el mundo empresario se mueve entre la sorpresa y la expectativa ante la llegada de Massa. Sí tenían claro que el actual presidente de la Cámara de Diputados ya había mostrado en varias ocasiones sus intenciones de formar parte del Gabinete, aunque no esperaban que esto se diera con tanta velocidad.

«Batakis asumió hace realmente poco, demasiado poco. Suponíamos que podría haber movimientos pero no ahora sino dentro un par de meses», sostuvo un empresario de estrecho diálogo con el Gobierno. Sorprendente: con Batakis se repitió un esquema de recambio similar al empleado con Solá.

Más allá de esto, los industriales ven en Massa a una figura que podría darle otro volumen a la gestión, sobre todo desde el apoyo político – interno y externo- que suma, algo que sin dudas no acompañó ni a Martín Guzmán ni a Silvina Batakis.

Dentro de este contexto, sin embargo, la expectativa está puesta en quiénes lo acompañarían en una eventual gestión en Economía, por lo que tampoco ven mal la posibilidad de que se haga cargo de toda estructura relacionada con ese segmento. Previamente, el martes renunciará a la presidencia de la Cámara de Diputados; algunos hicieron correr el nombre de Cecilia Moreau como la sucesora.
Tema para analizar aparte es cómo quedará distribuido el poder dentro del Frente de Todos y si cesarán las disputas internas.

Entre sus asesores se cree que el nuevo ministro buscará renegociar las metas con el FMI y lograr que el objetivo de déficit de 2,5% del PBI de este año se flexibilice a 3%, utilizando como argumento el impacto de la guerra en los precios de la energía. Sin embargo, pese a esta mejora que podría tener, el Gobierno deberá ajustar el gasto para compensar la expansión del primer semestre.

Los cambios en el gabinete nacional podrían continuar. El presidente Alberto Fernández evalúa la fusión de los ministerios que tienen bajo su órbita la obra pública. Según adelantaron fuentes oficiales, el mandatario, junto con Sergio Massa y Cristina Kirchner, analizan integrar Obras Públicas con Transporte, como parte de un “plan de austeridad” para achicar la estructura del Gobierno, que actualmente cuenta con 21 ministerios.

Mientras corren los días para presentar un plan, Massa se reúne en búnker, en Retiro, con el titular Banco de Inversión y Comercio Exterior (Bice), José Ignacio de Mendiguren; el secretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Agricultura, Jorge Solmi; el actual jefe de gabinete de la Presidencia de la Cámara de Diputados, Raúl Pérez; el subdirector del Fondo de Garantía y Sustentabilidad de la Anses, Lisandro Cleri; el titular del Indec, Marco Lavagna; y el jefe de asesores de la Presidencia, Juan Manuel Olmos. Habrá que acostumbrarse a algunos de esos nombres.