A casi un mes del acto de normalización de autoridades de la CGT Regional San Martín, Sergio Escalante, uno de los integrantes del “triunviro” a cargo de la central obrera, fue entrevistado en el programa Alta Data – miércoles 16 horas, Class Fm -.

¿Las paritarias le van a ganar a la inflación?

-Es complicado ganarle a una inflación que no se sabe cuánto va a ser. Independientemente de los acuerdos que pueden considerarse en un inicio buenos, después depende de cómo evolucione el plan, si hay un plan antiinflacionario, porque hay una total incertidumbre de cómo termina esto, por eso existen las cláusulas de revisión, porque hoy no hay número que te garantice que le ganás a la inflación.

¿Con qué premisas asumieron las nuevas autoridades?

-En el primer plenario que hicimos, en San Vicente, aprobamos los nueve puntos de principios fundamentales. En esos puntos tenemos los ejes y la prioridad es el trabajo formal. Nosotros cuando tenemos una situación de cualquier tipo, un reclamo, una incertidumbre, una duda, un problema, por ejemplo, en una fábrica, lo que hacemos es recoger esa incertidumbre y le llevamos como mandato de los compañeros a la mesa del Consejo Directivo de mi sindicato (Alimentación), ahí se trata, se analiza y se evalúa de qué manera se sigue adelante.
La política partidaria no interpela al trabajador formal, en el caso nuestro de fábrica.

Hay muchos trabajadores en la informalidad…

-Sí, pero con medidas que tengan que ver con el ajuste de lo económico, no de ajustar sino de mejorar, de darle potencia a la rueda virtuosa de la producción, de la creación, de generación de riqueza. Si el Gobierno mete 3 o 4 puntos bien puestos, que generen trabajo, esa informalidad tiende a desaparecer.

¿Cuáles son esos 3 o 4 puntos?

-Sobre todo hay un tema político fundamental, que tiene que haber políticas de Estado que trasciendan los gobiernos, que no puede ser que haya modificaciones cada vez que cambie el gobierno.

Siempre parece que se empieza de cero.

-Claro. Segundo, la industria, el valor agregado sobre el producto de materia prima tiene que ser el motor de desarrollo y de crecimiento, y una vez que esa rueda virtuosa se pone en movimiento la mejora en el statu quo del trabajador formal, indefectiblemente, va mejorando. Eso hace que se necesite mano de obra y esa mano de obra se la va a requerir de los sectores que hoy son informales o desocupados.
Entonces más allá de las especulaciones de algunos sectores que hablan de reforma laboral para generar más empleo formal, en realidad lo que hay que hacer es generar o dinamizar la rueda de la economía para que haya desarrollo, demanda de mano de obra; una vez que haya esa demanda se incorporarán al sector laboral formal.

Mientras tanto deben trabajar en la formación.

-Trabajando en la formación, de hecho, tuvimos acuerdos con una empresa de San Martín, que necesitaba determinada cantidad de trabajadores, pero con una formación muy básica, no era algo muy complicado, con la cantidad de curriculum que tenemos de gente que necesita trabajar, que nos acerca a todos los sindicatos que estamos en la CGT, buscamos y llamamos a ese grupo de compañeros, les dimos el curso de formación y ahí tenemos una cantidad determinada de trabajadores que están preparados para incorporarse.

Cuando en sus discursos apuntan al trabajo territorial, ¿significa que desde la CGT militen en los barrios?

-Tenemos un lugar muy importante para trabajar que es dentro de nuestra actividad, o sea yo puedo salir a militar en mi territorio y a darle una mano o escuchar a los vecinos, armar y presentar proyectos, a tratar de llevar adelante emprendimientos o ayudar a los que llevan adelante emprendimientos, pero lo fuerte mío es escuchar al trabajador formal, el compañero, compañera que trabaja en fábrica, y desde ahí aportar hacia la política, porque el tema no es participar en política solamente para ser candidato de algo, el tema es participar en política para solucionarle los problemas a la gente.

La crisis atraviesa a todos los sectores. ¿Crees que hay que reconciliarse con la sociedad?

-Hay un pensamiento general de que el sindicalismo está mal visto por la sociedad. Está demonizado. Ahora, en el sindicato nuestro tuvimos elecciones el 29 de septiembre del año pasado, donde hubo tres listas bancadas por partidos políticos, o sea que no era un grupo de aventureros que armaron una lista, sino que eran listas serias y sacamos el 75% de los votos, eso qué quiere decir, que quizá la demonización o la sociedad que nos mira mal no son justamente los trabajadores nuestros, quienes nos dicen que participemos en política porque nos creen.

Entonces, ¿tienen la firme decisión de meterse en la política partidaria?

-No es el fin participar en boletas o ser candidato, el fin nuestro es que la necesidad del trabajador esté en la mesa donde se plantea o se discute el modelo de país, nosotros necesitamos que los ojos y necesidades del trabajador estén en ese lugar.

En un momento, en el Congreso los sindicatos tuvieron mayor representatividad…

-Sí, hubo épocas que incluso un tercio de los legisladores eran del movimiento obrero, pero la dinámica, la situación, el país, el mundo, todo se modificó y hoy estamos en esta situación que no nos queda más remedio que ir intentando que nuestra voz se escuche en los lugares donde se discute el modelo de país.

Si bien los sindicatos no son espacios políticos partidarios hay una mayor preferencia peronista.

-Generalmente, son peronistas, pero, por ejemplo, el secretario Adjunto de la regional es radical, Jorge Deantoni de La Bancaria, y hay compañeros que tienen otra afiliación política, pero mayoritariamente sí, son peronistas.

¿Cuál es tu opinión en torno a la polémica sobre el manejo de los planes sociales?

-El plan social es una atención de emergencia al sector más vulnerable y es una eventualidad, tiene que ser algo que asista, pero en el corto plazo tiene que desaparecer, porque ese trabajador debe volver a la formalidad y ganarse la dignidad que se pierde cuando uno queda afuera del sistema laboral. Yo creo que cuando la discusión es política, se empieza a entrar en el plano personal, y en un plano de discusión de construcción de poder, terminamos siendo poco objetivos.

Que es la pelea que hay ahora en el Frente de Todos…

-Absolutamente. Hoy es momento de arremangarse y solucionar los problemas y necesidades que tienen los vecinos y vecinas, los compañeros y compañeras. No es momento que empecemos a pulsear para ver cómo quedo de cara a las elecciones del año que viene. Hoy es momento que a una familia se le solucionen los inconvenientes que tiene. Ese es el objetivo, ahí tenemos que apuntar, cuando llegue el momento de las elecciones veremos, pero hoy es momento de trabajar.