Son horas decisivas para el frente Unidad Ciudadana en San Isidro. Tras la presentación de dos listas, trascendió que Teresa García, precandidata a senadora provincial, intercedió ante la Junta Electoral partidaria para que llegue a las PASO sólo la nómina encabezada por Fernanda Miño, una trabajadora social emparentada con La Cámpora.
De esta manera, la boleta que lleva en primer lugar al concejal Federico Gelay, junto a dirigentes de varios sectores y con presencia de las 6 localidades del distrito, pelea en este momento para que no la “bajen”; acompañan los intendentes Leonardo Nardini y Gustavo Menéndez – un hombre de su riñón encabeza la nómina seccional -.
Según declaraciones en off a Guía de Noticias, García se atribuyó la representatividad de una nómina de consenso. Lo cierto es que Gelay presentó una boleta que reúne los requisitos establecidos y es, además, un dirigentes con instalación pública, algo que no ocurre con los precandidatos de la presidenta local del PJ, quien, sí, cuenta con aceitados contactos con la cúpula del cristinismo.
Por lo tanto, desde la Junta Electoral del FUC le habrían ofrecido al empresario que vaya a las elecciones con lista corta, algo que le quitaría el cuerpo que lleva a la ex presidenta, quien se especula, cuenta con un considerable caudal de votos.
Cabe destacar que en el resto de la región norte de la Primera Sección, en los distritos permitirían que se presenten a las internas varias opciones. Pero, San Isidro es distinto.
