Los cinco candidatos y candidatas que aspiran a la Presidencia confluyeron este domingo, en el Centro de Convenciones Forum de Santiago del Estero, donde se desarrolló el primer debate obligatorio y público, que se detuvo en la discusión económica, pero aportó menos picante del previsto. Los nombres de Alberto Fernández y Cristina Fernández, actuales Presidente y su vice, casi no fueron dichos.
Captó la atención del país con 44 puntos de rating en la suma de todos los canales de aire y en el tramo inicial fueron las presentaciones. El primer ítem propuesto fue Economía y focalizó la atención de Sergio Massa (Unión por la Patria), Patricia Bullrich (Juntos por el Cambio), Javier Milei (La Libertad Avanza), Myriam Bregman (Frente de Izquierda) y Juan Schiaretti (Hacemos por Nuestro País).
Massa destacó que “ahora viene una etapa nueva, mi gobierno, no este gobierno; vamos a corregir errores y hacer los cambios que haya que hacer, cueste lo que cueste». Una de las novedades de campaña fue su anuncio de una «moneda digital argentina», y el impulso de una ley de blanqueo acompañada por una modificación del sistema penal para establecer «cárcel a los evasores y a los que fugan».
No faltó su mención a la deuda con el FMI y también, ante una pregunta de Milei, ratificó su aspiración a convocar a «un gobierno de unidad nacional, donde estén los mejores del radicalismo, del PRO o incluso de La Libertad Avanza”.
El actual ministro de Economía contó asimismo sus propuestas en Educación. En ese sentido dijo que en el Presupuesto que envió al Congreso establece subir de 6 a 8 puntos del PBI la inversión en esta área. Cifra que luego contradijo Bullrich.
Por su parte, Milei acató buena parte del formato acordado y mostró así una postura más moderada. Aseguró que si llega a la Presidencia, los argentinos podrán tener «en 15 años los niveles de vida de Italia y Francia, en 20 años los de Alemania y en 25, los de Estados Unidos», consideró «chantas» a los asesores económicos de Bullrich, centró sus críticas en la emisión monetaria.
Intervenciones fuertes en Economía, dudosas en Educación y la previsible en Derechos Humanos; reeditó su postura «negacionista» de la represión en Argentina, pidió perdón por sus agravios al Papa Francisco y admitió que el dirigente Luis Barrionuevo también es parte de la «casta» sindical, aunque deslizó que sería necesario para un cambio en el sistema laboral.
Bullrich prometió el «cambio» frente a una «Argentina arrasada», le pidió a Massa que se haga cargo del Presupuesto con déficit. Además, buscó pulsear con el candidato libertario a quien le advirtió que los únicos tres países que no tienen un Banco Central son «paraísos fiscales». De todos modos, Economía fue el punto débil de su participación.
Señaló, «voy a borrar del mapa la inflación, con decisión política, temperamento y el coraje para los cambios», aseguró y resaltó la figura de su potencial ministro de Economía, Carlos Melconian. Resumió: «Orden económico y equilibrio fiscal, y el país arranca».
Abiertamente habló de su militancia en la JP y defendió a las fuerzas de seguridad. Apuntó contra movimientos piqueteros y los sindicatos por ser responsables de que esté «rota la convivencia democrática». En sus referencias a Educación rescató la figura de Domingo Sarmiento.
Bregman hizo gala de un discurso efectista para desmarcarse del resto de los contrincantes, ratificó las banderas históricas de la izquierda y apuntó dardos hacia los otros cuatro adversarios, pero eligió la mayoría de las pulseadas -en los tramos de «derecho a réplica» o en el segmento de preguntas individuales- con Milei, al que definió como «un gatito mimoso del poder económico». A la candidata de JxC le cuestionó su «política de represión», a la que hizo responsable de las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel.
Una de las sorpresas del debate fueron las intervenciones de Schiaretti, quien de forma permanente hizo guiños a la población que no vive en el Amba. Sacó a relucir su muñeca política y metió ruido inesperado en los cruces con el resto de los candidatos.
El cordobés aseguró ser capaz de implementar el mismo «equilibrio fiscal» logrado en la provincia y resolver la inflación. Su mensaje fue en contra la llamada «grieta» y en favor del federalismo. Cuestionó por igual al Gobierno y a la anterior gestión de Cambiemos porque “ambos aumentaron la pobreza”.
El tema que irrumpió en la agenda el sábado, Martín Insaurralde en un yate en Marsella, apenas generó algunos comentarios irónicos, tanto de Bregman como de Bullrich. No obstante, lo más fuerte lo aportó Massa cuando ya se iba del lugar, al abandonar el Centro de Convenciones indicó a un periodista, «cometió un grave error, renunció y tiene que renunciar a la candidatura también en Lomas», donde se postula para concejal.
Así como la Universidad Nacional de Santiago del Estero estuvo a cargo de los preparativos del encuentro, el domingo 8 de octubre será el turno del segundo debate, en la facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. En esta primera oportunidad actuaron como moderadores los periodistas Rodolfo Barili, Evangelina Ramallo, Esteban Mirol y Lucila Trujillo.