En la sesión especial en la cual la oposición buscó rechazar el veto del presidente Javier Milei a la Ley de Financiamiento Educativo Universitario, votaron 249 diputados y 159 lo hicieron a favor, 85 en contra y 5 se abstuvieron. De esta forma, el veto quedó con vigencia y las universidades se quedaron sin el financiamiento garantizado.
Así, el Congreso volvió a blindar el veto de Milei. La oposición tenía que conseguir los dos tercios de los presentes de la Cámara para ganar la pulseada y ratificar la ley de financiamiento educativo universitario. Los misioneros que responden al gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua, y el radical de Neuquén, Pablo Cervi, se abstuvieron.
El oficialismo destacó que el Poder Ejecutivo otorgó un aumento salarial a los docentes partir de octubre. En ese sentido, Juliana Santillán, de La Libertad Avanza dijo que “en el presupuesto de este año el total para las universidades es de 4 billones, lo que equivale a 2 millones por alumnos. La oposición presentó un proyecto demagógico teñido de especulaciones políticas carroñeras de la casta política que no quiere perder sus privilegios de las cajas públicas”. Posteriormente, la imagen de Santillán se viralizó por el extraño modo de su proclama.
En cuanto al bloque macrista volvió a acompañar al Gobierno bajo el argumento que la Casa Rosada aceptó el 6.8% retroactivo al mes de abril como la garantía salarial. “Esto significa una suba a los ingresos de docentes y no docentes que menos ganan”, dijo en su exposición Cristian Ritondo. El presidente del bloque remarcó, “pensamos que no podemos resolver los problemas del país repitiendo los mismos errores que nos llevaron a esta realidad. No se puede mejorar la educación pública si volvemos a quebrar al Estado. El ciclo de déficit e inflación destruyeron la República Argentina, esto generó que la mitad de los argentinos son pobres”.
En tanto, Álvaro González, que responde a Horacio Rodríguez Larreta votó en contra del veto en defensa de la educación universitaria y dijo que la decisión del Gobierno es netamente política.
Por Unión por la Patria, Germán Martínez dijo: “El país que queremos merece que esta ley tenga respaldo necesario en este Congreso y para eso nos tenemos que sentir hijos de los que hicieron gratuita la universidad pública en Argentina”.
Y afirmó que el Gobierno “sí tiene plata porque mientras para el conocimiento y la inteligencia que brinda la universidad pública le cortan los fondos, a la inteligencia con minúscula, la de los espías, la conducida por Santiago Caputo, llevaron un crédito de 350 mil millones de pesos en el Presupuesto del año que viene”.
El representante de Encuentro Federal Miguel Ángel Pichetto tuvo un discurso de los más duros. “¿Qué son? Un barco sin luces en el mar. Una S.A. de destrucción masiva de lo poco que queda de bienestar. Son una empresa de demolición”, disparó, al tiempo que dijo, “el plan económico es de un ajuste al estilo Martínez de Hoz”.
“Vamos a ratificar la decisión de acompañar la insistencia y de estar al lado de las universidades públicas como la defensa de un valor. Esta tarde creen que ganan, pero en realidad pierden, como perdieron con los jubilados”, fulminó a LLA.
Otra expresión encendida fue la de Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, quien lanzó: “Había plata para que sea retroactivo, mentirosos, estafadores. Lo que están llevando es un claro conflicto de poderes, el Gobierno puede vetar, pero nosotros tenemos derecho a insistir”.
En esta votación el radicalismo mayoritariamente le dio la espalda a Javier Milei, con las excepciones de los “héroes” Luis Picat, José Tournier, Martín Arjol y Mariano Campero. Y Fernando Carbajal estuvo en la lista de los ausentes.