Voces a favor y en contra del nuevo Hospital de Clínicas

Mientras autoridades del Gobierno de la Ciudad, Educación y la UBA firmaron un convenio marco, referentes de distintos espacios objetan la decisión.

El proyecto por el nuevo Hospital de Clínicas va tomando su forma. Luego de la polémica por algunas cuestiones que se firmaron en el convenio, este miércoles se acordó la construcción del nuevo edificio en el rectorado de la UBA, con la presencia del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta; el ministro de Educación, Esteban Bullrich; el director general del Hospital de Clínicas, Bernardo Bergroth, y el rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Alberto Barbieri.

Dos de las cuestiones más importantes de este convenio son: qué va a pasar con el actual hospital y cómo va a ser el nuevo edificio. Bergroth se refirió a la idea que tienen para el nuevo hospital aunque aclaró que primero seguirán trabajando en el edificio actual. «Todos estamos muy felices del nuevo hospital, pero la realidad es que tenemos que asegurar que el actual esté cada día mejor», dijo.

«No quiero distraerme, a mí me pagan para trabajar en este hospital. Estamos convencidos de que vamos a mejorarlo. Pero imagínense que si a un corredor de fórmula 1 le sacamos un auto viejo y le damos uno nuevo, lo mismo pasa acá», indicó.

El director general del programa contó cómo están planeando el nuevo hospital y sostuvo que los médicos y jefes de servicio van a ser muy importantes a la hora de tomar decisiones. «Se le va a pedir a cada jefe de servicio y médico una opinión sobre cómo quiere su servicio en el nuevo hospital. No es que va a ser una decisión unánime. Vamos a preguntarles, luego de que estas peticiones pasen a la dirección, se va a elevar a la Facultad de Medicina, al rectorado», detalló.

Bergroth se refirió a las protestas de estudiantes y docentes sobre la continuidad de la investigación y docencia en el nuevo edificio, teniendo en cuenta que el tamaño no será igual. «Si hay algo que yo quiero es que los investigadores estén. Una de nuestras principales funciones es la generación de conocimientos y para eso necesitamos un buen asistencialismo. Tenemos que ser un hospital asistencial de excelencia para ser un centro formador y un centro de investigación de excelencia», explicó.

«Se están creando dos programas, pero se van a crear en total ocho, juntando los investigadores básicos con los médicos, para tener proyectos mucho más atractivos y de impacto internacional», agregó.

En cuanto a lo edilicio, sostuvo que van a optimizar los espacios y a aprovechar cada lugar al máximo debido al tamaño del futuro edificio. «En la primera reunión, donde había arquitectos e ingenieros, la idea era trasladar todo el personal, las especialidades, al nuevo edificio. No es que nos vamos a adecuar al nuevo proyecto, el nuevo proyecto se va a adecuar a nosotros», apuntó.

LAS DISCREPANCIAS

Desde espacios de izquierda manifestaron sus reparos con el proyecto. Por caso, el Partido Obrero emitió una gacetilla en la cual difunden la opinión  de varios actores. Por caso, el presidente de la FUBA, Julián Asiner, dijo: “Las autoridades entregarán un cheque en blanco al gobierno de Macri. Hemos escuchados hablar de que el actual predio sería utilizado para residencias estudiantiles o hasta negocios inmobiliarios, como indicó el propio ministro Bullrich. El rector Barbieri desmintió las versiones pero lo cierto es que el convenio es completamente ambiguo en ese punto, habilitando la utilización del actual hospital para fines ajenos a la salud y la educación pública”.

Samuel López, consejero estudiantil de la facultad de Medicina por la agrupación El Frente, quien se movilizó bajo la consigna #NoRegalemosElClínicas, mencionó, “el convenio que se firmará no garantiza la continuidad de nuestras cursadas, ni de las tareas de investigación y docencia. Tenemos derecho a desconfiar porque las autoridades que firmarán son las mismas que vienen convalidando desde hace años un proceso de vaciamiento de nuestro hospital- escuela”.

Por su parte, Damián Molina, médico del hospital y miembro de la Comisión Directiva de la gremial docente AGD de la facultad, señaló: “Las promesas de inversiones millonarias que había hecho el gobierno anterior nunca llegaron. Hoy tenemos cerrado el servicio de Neonatología, dependemos de fondos del Pami y no funciona el tomógrafo desde enero. Mi servicio, Diagnóstico por Imagen, está devastado, favoreciendo a las instituciones privadas”.

Gabriel Beati, enfermero del hospital y dirigente de la agrupación Bordó de trabajadores no docentes, añadió que “el convenio nada dice tampoco de la continuidad de los puestos de trabajo, ni las obras que están paradas o de los insumos y medicamentos que faltan. El servicio de esterilización, que explotó literalmente, el año pasado, aún no fue reparado. Los enfermeros estamos sobrecargados y trabajamos en condiciones extremadamente precarias, al igual que residentes y concurrentes”.