Y un día volvió la cadena nacional. La de Cristina de Kirchner. La cadena nacional que tantos ánimos alteraba regresó el día que la ex presidente desfiló por Comodoro Py. Como lo pedían fervientemente los que la odiaban (a la cadena).
Tras dejar un escrito en una oficina del cuarto piso de los tribunales, Cristina rompió el silencio después de 126 días lejos del Poder Ejecutivo. Dio un discurso de más de 64 minutos arriba de un camión del PJ porteño. Por la ventana, la escuchó su juez acusador. De frente, miles de militantes. «Me pueden meter presa, pero no pueden callarme», les dijo en la cara a los empapados empoderados. En ese instante, todos los canales de televisión de alcance nacional, los de 24 horas de noticias y decenas de señales del interior trasmitieron sus palabras.
Cristina volvió a la escena pública y prometió quedarse. Los medios televisivos lo informaron. Telefé, Canal 9, América, la TV Pública, TN, C5N, AN24, CN23, Crónica TV, 26TV, Canal 2 de Mar del Plata, Canal 7 de Mendoza y Canal 9 de Santa Cruz, entre otros. Todos mostraron en sus pantallas el retorno, al mismo tiempo, aunque desde variados ángulos, menos Canal 13 que pasó al Zorro. Las radios también hicieron lo suyo. Párrafo aparte merece la cobertura de la TVP.
Al principio el canal estatal prefirió continuar con su programación habitual y sostuvo durante los primeros minutos a Cocineros Argentinos. Pocos después enlazó la imagen de Cristina, que se vio interrumpida por la previa del acto de Mauricio Macri en Salta, otra vez con el gobernador local. Luego, partieron la pantalla en dos y agregaron el zócalo: «Macri en Salta, Cristina en Comodoro Py». Seguido, la TVP trasmitió a pleno la entrega de diplomas a los enfermeros wichis y los siete minutos del jefe de Estado. Sobre el final, regresó a la perorata de Cristina.
En cuatro años de mandato, el ex presidente Néstor Kirchner usó sólo dos veces la cadena. En ocho años de Cristina fueron 163. Según los cálculos, habló más de 4.800 minutos por esa vía, lo que ameritó varias denuncias en su contra. Una es del radical Mario Negri por «abuso en el uso». Muchos de esos discursos avivaban la rabia.
Por las redes, cientos se convocaban a cacerolear en medio de las largas exposiciones, para evidenciar el enojo y el descontento. Sus detractores la criticaban por destilar pestes sobre la oposición. Incluso, en medio de las campañas electorales. Algunos pseudoanalistas políticos se animaron a esgrimir que Daniel Scioli perdió por las cadenas de Cristina. Samid estimó sin saber cómo pero a ciencia cierta que por cada cadena se perdían 700.000 votos. «Si no hubiese hecho tantas, ganaba. Molestan a la gente», sostuvieron los expertos.
En lo que va de gobierno, Macri sólo la usó para mostrar el traspaso presidencial y la apertura de sesión ordinarias del Congreso. Voceros de Cambiemos prometieron una en febrero, pero resultó un bluf. Aunque le costó, el Presidente desistió de exponer una reunión en Jujuy con el gobernador Gerardo Morales, Sergio Massa y Juan Manuel Urtubey.
Cristina decía que copaba las emisiones televisivas con sus actos porque al otro día los anuncios de obras e inauguraciones «no salían en ningún medio». A juzgar por el zapping televisivo de hoy, el discurso se trasmitió por cadena nacional. Mañana será igual.
