Verónica “Michelle” Notagay es una mujer fuerte y multifacética. La chaqueña es modelo, actriz, conductora de radio en Mundo Sur 106.5 – sábados, 20 horas – y tiene un programa MNTV Digital en Diucko Digital y Radio Mundos TV – sábados y domingos, a las 19 -. Hay más, incursionó en el canto y firmará pronto contrato con una productora, y estudió artes plásticas. Está acostumbrada a ser noticia, ya sea por sus proyectos laborales, como por su historia de vida.
Hace 9 años se radicó en Buenos Aires, “vine con un propósito. Acá tenés más oportunidades”, y desde ese momento no paró. “En 2020 trabajé mucho desde mi casa, las marcas me mandan la ropa y hago las fotos”, cuenta en diálogo con Guía Sexus. Michelle es, además, la modelo e imagen oficial del salón de belleza Tu Dezeo.
Repasa, “me fui de vacaciones a Mar del Plata y me llamaron para hacer una campaña de trajes de baño. Dos semanas de vacaciones, dos días trabajé. Fui a Resistencia y me pasó lo mismo. Ayuda mucho tener varios seguidores, cuenta verificada, las notas periodísticas”.
Con gran cantidad de seguidorxs de @michelle_notagay, nos revela que un deseo en la actualidad es conseguir el divorcio. Algo que significaría bastante más que un trámite administrativo.
¿Sentís que hay encasillamiento o es una decisión personal cuando los medios de comunicación mencionan de forma permanente tus orígenes?
Yo remarco que soy la única modelo indígena chaqueña (mocoví). Lo destaco porque nunca me olvido de mis raíces, lo voy a decir siempre, más que nada no me olvido de dónde vengo. Me encanta hablar de mi familia, mostrarla en mis redes sociales. Lo marqué desde un principio y los medios lo dicen siempre.
¿Todavía sos la única modelo indígena?
Es lo que me dicen todos. Cuando arranqué mi carrera hace 9 años fue furor y Gerardo Sofovich (“La noche del domingo”) me llamó para que le cuente mi historia. Nací en Quitilipí, después nos fuimos a Juan José Castelli.
En la infancia fui discriminada en un colegio de monjas, hasta nos echaron con mi hermana por nuestra ascendencia indígena. Acá no me discriminan; te pueden envidiar porque tenés más trabajo o tenés mejor físico. Te discriminan si sos de otro país.
(…) Por otro lado, capaz que hay personas que le gusta, pero no van a dejar su tierra, su familia, para venir a Buenos Aires y avanzar en una carrera de modelo o artista. Tampoco se animan, no es para todos y es muy difícil el comienzo.
En 2016 fuiste apuñalada por una ex pareja y más recientemente sufriste violencia física de parte de tu esposo. ¿Qué reflexión hacés sobre estos ataques?
Tengo mala suerte, porque tuve dos parejas iguales. También elijo mal. En el primer caso no la ví venir, era un novio de la adolescencia, conocía a su familia. Nunca habíamos peleado fuerte. Pero, un día de la nada reaccionó mal, porque quería tomarme un tiempo sola. Grité para pedir ayuda y ahí casi me mata con un cuchillo. Me apuñaló en el pecho, tórax y abdomen. Está preso en Marcos Paz.
Cuando me pasó esto, me enteré después que tenía antecedentes con una ex novia y cumplía tareas comunitarias.
¿Lo perdonaste?
La verdad que sí. Me costó mucho superarlo, entonces en un momento hablé con él y lo perdoné. No siento odio, pero no quiero saber más nada de él. Sí corro el riesgo que cuando salga me venga a buscar, ahí tengo que pensar qué voy a hacer.
¿Pudiste superar la situación?
Yo hago terapia. Se puede superar, pero estás siempre a la defensiva. Me pasa que cuando salgo con un chico, si hay algo que no me gusta, no lo quiero volver a ver. Confundo las cosas, tengo miedo que se obsesione.
¿Tuviste alguna señal de alarma de tu segunda pareja?
También tenía una historia con la ex novia, pero no existía denuncia. Yo le hice dos denuncias por violencia de género y tengo hasta ahora una perimetral, y estoy con el tema del divorcio.
(…) La relación de noviazgo fue perfecta, cuando nos casamos, al día siguiente era otra persona. Me celaba de todos. Hacía escándalo y no se controlaba. No pude soportar la situación y me separé, y ahí me pegó. Se fue un año a Brasil, cuando volvió me atacó otra vez cuando me pidió una segunda oportunidad y le dije que no.
¿Qué pensás de colectivos como Ni Una Menos o algunas movidas feministas?
Capaz que me ayudarían, pero no comparto algunas manifestaciones que hacen en la vía pública. Me pregunto si esas mujeres pasaron por un hecho de violencia de género.
¿De qué manera te parece que se puede colaborar para frenar la “pandemia” de violencia de género?
Violencia de género hubo siempre, pero antes las mujeres dependían más del hombre. Hoy, como todo avanzó, la mujer es más independiente. Hay más ayuda, podemos llamar a la policía, tener un botón antipánico. Lo primero que hay que hacer es pedir ayuda, a la familia, a una amiga o amigo. Contar lo que te pasa. El violento tiene un ciclo, primero te insulta de la peor manera, te humilla; segundo, te golpea y luego te mata. Tiene una inseguridad que no puede manejar.
