Tras dos horas y media de retraso que fueron una agonía, llegó la sentencia. “Por unanimidad se resuelve dictar veredicto absolutorio respecto de Axel Ezequiel Martínez”, leyó el secretario del Tribunal Oral Criminal 2. Mientras la tarde brillaba afuera de los juzgados de San Martín, adentro de la Sala B fue todo oscuridad para los familiares y amigos de Matías Gandolfo.
La noche del 4 de agosto de 2014, Matías volvía a su casa de Villa Bosch desde el gimnasio cuando fue asesinado de ocho puñaladas con el solo motivo de robarle el celular. Tenía 19 años.
Los Gandolfo durante los dos años de investigación de la causa tuvieron buena fe en el trabajo del fiscal de instrucción, Héctor Scebba, por eso decidieron no querellar y se presentaron como particular damnificado. El único acusado del crimen es Martínez, un joven de la zona de Villa Bosch con antecedentes penales en Córdoba. Fue detenido días después del crimen en su domicilio, con facas y ropa ensangrentada. Estaba bajo libertad condicional.
“El viernes 5 a las 6 de la tarde, la fiscal Paula Leiva me dice en su oficina que iba a desistir de la acusación”, denunció Karina, mamá de Matías. “Le pedí por favor que hiciera un alegato en defensa de mi hijo. En ningún momento lo hizo, faltaba que se levantara de su estrado y se sentara del lado de la defensa”.
No obstante, antes del juicio “la fiscal nos dijo que tenía pruebas de sobra para acusarlo”, recordó entre sollozos la tía de la víctima. “Había dicho que el detenido tiene antecedentes de robos en la zona, que le encuentran en el allanamiento con testigos facas debajo de su almohada, tenía cortes en la mano”, detalló.
Desde antes del mediodía de este martes, los parientes y allegados llenaron el hall de los tribunales de San Martín con muy pocas esperanzas. Un ambiente de pesadumbre colmó el lugar, pero sumó agonía la demora de más de dos horas que alimentaron los nervios y las quejas contra los oficiales de policía, quienes no tenían respuestas.
Cuando se habilitó la sala, hubo una espera de cerca de media hora en un silencio casi sagrado, sólo irrumpida por los allegados empezaron a rezar Padrenuestros y Avemarías, de pie y con ojos lacrimosos.
Según aclaró el Tribunal, integrado por Gustavo Garibaldi, María Castro y Mónica Carreira, la demora se debió a que el acusado hizo uso de su derecho de no presentarse a la lectura de la sentencia.
Pero Karina redobla la apuesta: “Si a un fiscal y un tribunal no le alcanzan todas las pruebas para condenar al asesino de mi hijo, hay una comunidad, la de Villa Bosch y la de Tres de Febrero, que sabe que Axel Ezequiel Martínez es el asesino”, mencionó.
“Cuando ayer (por el lunes) uno de los jueces dijo que la sentencia iba a ser con responsabilidad, pensé que iba ser para toda la gente que quiere vivir tranquila, a los que quieren vivir dignos, en paz, cuidar a sus hijos”, sin embargo “todo el sentido común se perdió acá adentro”.
Entre el público estuvieron presentes familiares de víctimas de la inseguridad que se mimetizaron en lágrimas y abrazos con los Gandolfo. En ese sentido, la madre de Matías dijo mirando a las cámaras de TV: “Le pido al señor Presidente, acá con familiares de víctimas, que por favor actúen sobre todos los jueces, sobre cada tribunal, para que no nos dejen atrás, en defensa de los derechos humanos, que son los nuestros también, los que quedamos vivos”, rogó.
El 17 de agosto se leerán los fundamentos del fallo, pero la familia ya tiene decidido el camino de la apelación. “No sé cómo, pero mañana me voy a poner de pie”, prometió Karina.