Con un clima por momentos tenso, durante casi tres horas, unas doscientas personas colmaron el salón de actos del Club Las Heras de Villa Ballester para conocer el plan de obra para un paso bajo nivel en el actual cruce de ferrocarril de esa localidad. Carlos Rodríguez, secretario de Obras Públicas, encabezó dicha Audiencia Pública Ambiental y junto a los responsables del estudio técnico precisó aspectos del proyecto.
Consiste en dos accesos en forma de L que unirán las calles Pueyrredón y San Martín en sentido norte-oeste, y las calles José Hernández y Aleu en sentido sur-este, por lo cual no modificaría el sentido actual de circulación. Y se prevén semáforos en las bocas de los túneles.
Rodríguez sostuvo que “es la obra más importante de los últimos 35 años. Permitirá resolver el problema del tránsito y del cruce de las vías, beneficiando a miles de vecinos”. Pero, como admitió que “toda obra de este tipo genera inconvenientes a los frentistas”, prometió “trabajar para acompañarlos en este proceso”. Vecinos en contra del plan lo escuchaban mientras levantaban carteles amarillos que decían “no al túnel, muerte de comercios” y “no al túnel céntrico”, entre otras consignas.
Por su parte, el licenciado Máximo Lanzetta y el técnico Diego Fernando Cuesta, encargados del Estudio de Impacto Ambiental, aseguraron que “en ninguna fase del proyecto hay impactos severos o críticos, la gran mayoría son moderados o compatibles”.
Además, anunciaron que los trabajos se desarrollarán durante 18 meses, con cortes rotatorios de las calles involucradas, pero durante el último semestre el cruce vehicular de las vías de tren Mitre será desviado a los puentes de Roca- General Paz y Colón-Esmeralda. Es un cambio frente el plan de túnel en U que fracasó hace tres años. Sin embargo, la nueva idea está lejos de conformar a todos los ballesterenses.
VECINOS EN GUERRA
Una veintena de vecinos pudieron exponer sus argumentos. Mientras que quienes apoyan el plan municipal se vieron en varias ocasiones interrumpidos por quejas y hasta insultos del público, los que argumentaron en contra lograban aplausos de la mayoría de la asistencia.
Los que manifestaron su apoyo consideraron los beneficios en seguridad y en accesibilidad a un barrio que “está aislado del mundo”, como consignó un joven comerciante, logrando abucheos.
A su vez, los argumentos en contra se centraron en el perjuicio económico a los negocios por falta de público durante la obra. “No arreglan los baches y quieren hacer un túnel. Veremos muchas persianas cerrarse y nadie nos lo va a pagar. ¿Y dónde está el intendente?”, reclamó un frentista de la calle Aleu. Además, aprovecharon para quejarse por la explosiva construcción de edificios en la zona e infirieron que el colapso de servicios públicos actual empeorará con el túnel.
El máximo de la tensión se vivió cuando el ingeniero Máximo Lanzetta defendía el plan de gestión ambiental. Algunos asistentes estallaron en impaciencia y empezaron a insultarse entre sí y a Lanzetta. La calma momentánea llegó cuando José María Fernández, secretario de Gobierno y Seguridad, intermedió con los exaltados.
También mezclados en el público estaban Diego Perrella, presidente del Concejo Deliberante; Matías Brown, director de Seguridad; y los concejales Gustavo Suárez y Pablo Cristani, entre otros.
Uno de los dirigentes que se anotó en la lista de oradores fue el ex edil Jorge Benedetti. El referente peronista señaló con dureza que “desgraciadamente parecería que no hay un clima para escucharnos, lo cual no parece civilizado”, arrancando un aplauso cerrado de la concurrencia.
PROPUESTAS ALTERNATIVAS
Algunos expositores propusieron ideas alternativas al proyecto impulsado por la Municipalidad de San Martin. El ingeniero Fabián Cinalli, integrante de la comisión que se había movilizado contra el túnel en U, consideró que estaban a favor de un acceso en L. “Creemos que este túnel está bien implantado, pero estamos en contra de su concepción. Es muy alto, largo, con un desarrollo enorme, da problema a los peatones”, se quejó. Aunque reclamó ser escuchado porque el proyecto “se puede perfeccionar, pero no nos convocan”.
Como los actuales embudos que son en hora pico los puentes de Ballester colapsarán durante los meses de cierre de barrera, otros vecinos propusieron ideas para descongestionar el tráfico que se desviará masivamente.
La primera de ellas es construir una bajada extra al puente de Roca – General Paz. “Esta idea es más rápida y vale 100 veces menos que el proyecto actual”, apuntó un expositor. La otra es recuperar el plan del ex intendente Ricardo Ivoskus: construir túneles cortos entre las estaciones de José León Suárez y San Andrés para redistribuir el tráfico pasante del centro de Ballester hacia los barrios.
Los ballesterenses hablaron. La última palabra la tiene Katopodis.
DATA
Actualmente, el cierre de la barrera es de hasta 18 minutos por hora, generando interrupciones constantes de la circulación vehicular; 18.260 vehículos y 6.371 peatones transitan diariamente por el cruce a nivel; y 5.196 vehículos por día pierden tiempo en espera cuando la barrera se encuentra baja, generando la emisión de 5.299,92 metros cúbicos de monóxido de carbono, que producen una importante contaminación en el ambiente.