La empresa agroquímica Atanor, que forma parte del Grupo Albaugh y se desempeña en el país desde 1938, anunció el cierre de sus plantas de Munro y Baradero, en la provincia de Buenos Aires, donde se desempeñaban 180 empleados que denunciaron que no fueron notificados con anterioridad.
Mientras que la compañía alega que el cierre se debió a una «decisión estratégica de focalizarse en la actividad de protección de cultivos», los trabajadores señalaron que se enteraron por un cartel en las plantas que estaban despedidos.
«Hay 80 familias que quedaron sin sustento en Baradero y otras 100 perdieron su empleo en Munro. Es una falta de respeto que lo comuniquen con un cartel», sostuvo Néstor Carrizo, del sindicado de petroquímicos.
Según difundieron los obreros en las redes sociales, se encontraron con el portón cerrado cuando fueron a trabajar este miércoles a las cuatro de la madrugada y los porteros del lugar les entregaron un papel informando el cese de la actividad productiva.
A su vez, Atanor difundió a través de un comunicado que «continúa con su proyecto de inversiones» en el país destinadas a «promover sinergias que permitan seguir ofreciendo un servicio y productos de alta calidad a sus clientes» y «fortalecer año tras año el importante posicionamiento de la compañía en el mercado de protección de cultivos».
Este proceso incluye una inversión de 70 millones de dólares para los próximos cinco años con el objetivo de «incrementará su presencia en el mercado interno y externo de fitosanitarios en los segmentos de herbicidas, funguicidas e insecticidas, estimando lanzar más de 5 nuevos productos por año hasta el año 2021».
Más allá de esta situación, en Munro la empresa enfrentaba hace varios años la resistencia vecinal debido a serios problemas ambientales. Incluso intervino la Justicia.