Grassi y una condena a medias

Un tribunal de Morón le otorgaría una conmutación de pena por el tiempo que pasó encerrado sin condena fija. El cura fue sentenciado a 15 años de cárcel por abuso sexual a niños.

El sacerdote Julio César Grassi, sentenciado a 15 años de prisión por los cargos de «abuso sexual agravado», podría cumplir sólo la mitad de la pena debido al tiempo que pasó encerrado sin condena fija. El abogado querellante de la causa, Juan Pablo Gallego, advirtió que la justicia de Morón le concedió el 2 x 1 “que ya no tiene aplicación”, y ahora “se resucita para el poderoso” cura violador.

Hace apenas unas semanas, la Corte Suprema había ratificado la condena por los delitos de “abuso sexual agravado”, tras lo cual la Diócesis de Morón informó que el tema está en estudio en el Vaticano, por lo que el ex titular de la Fundación Felices los Niños no fue degradado por la Iglesia (aunque no puede dar misa).

El actual abogado de Grassi, Rodrigo González, dijo que ahora pedirán la libertad condicional del cura ya que, según ellos, habría cumplido dos tercios de su condena. Para eso, suman los años que lleva en Campana más aquellos donde “no tuvo una libertad plena” durante el proceso por las restricciones que se le habían impuesto. “Esta va a ser una nueva discusión”, afirmó González.

“No puede aplicarse pero acaba de ser aplicada. Me llega una notificación en la que el Tribunal Criminal Nº 1 de Morón le concede este beneficio, aunque ya apelamos para frenar esta medida escandalosa”, expuso Gallego.

Entrevistado por Radio La Red, remarcó que “a pocas horas de la sentencia definitiva” de la Corte Suprema “que confirma que Grassi es un pederasta peligroso, acaba de ser beneficiado con esta medida que puede precipitar su salida anticipada”.

“Es una ley que ya no tiene aplicación y se resucita ante este poderoso Grassi, le recortan 3 años y medio la condena de 15 que debe purgar y esto nos lleva a pensar que ya debe estar presentando otra medida compensatoria, como ser buena conducta, para aplicar otro beneficio”, añadió Gallego.

“¿Quién logró la demora si no fue el propio Grassi y su defensa estelar?”, interrogó en torno a las dilaciones que permitieron que pase más tiempo sin condena firme. Y sentenció: “Por esto van a pagar las víctimas y la propia sociedad. La picardía de estirar la causa le permite que cada día se le  compute doble” y pueda salir.