Acusaciones cruzadas de «campaña sucia» en SI

ConVocación presentó un proyecto de repudio a una supuesta campaña en su contra. Pero el possismo retrucó acusando al vecinalismo de violar la veda electoral.

Como en otras sesiones, el Concejo Deliberante de San Isidro quedó envuelto en polémicas interpartidarias vinculadas con  «campañas sucias». Los cruces fueron esta vez entre ConVocación y el oficialismo, pero mediaron otras voces.

El partido vecinal mostró la semana pasada testimonios de un «apriete» a militantes, según lo definió el concejal y candidato Manuel Abella Nazar. En un audio difundido por whatsapp, una voz atribuida al funcionario municipal Carlos Mónaco pide fotografiar las viviendas con carteles de esa fuerza para hacer «un trabajito». Entonces, a muchas de esas casas llegaron cartas con una firma de la agrupación Fiscales Ciudadanos acusando a los vecinos de «violentar el proceso electoral».

Los vecinalistas consideran que se trata de una serie de acciones sistemáticas, que se suman a la vandalización de carteles y a la impresión de boletas apócrifas en 2015. Por eso, Abella pidió al cuerpo «dejar de lado estas prácticas de la vieja política» y presentó un proyecto de repudio que, según su bloque, debería «tener el acompañamiento de todas las fuerzas». Un mes antes, el Deliberativo aprobó un proyecto en contra de las «campañas sucias».

El oficialismo, tocado por las acusaciones, retrucó por medio de Pablo Fontanet. Sostuvo que «todas las fuerzas fuimos víctimas de hostigamiento  históricamente y en la actualidad, incluso acusaciones severas contra el intendente (Gustavo Posse)».

Agregó, «ese proyecto de repudio surge de un sector político que incumplió la ley electoral, que saca ventajas. Sincerémonos, digan que han violado la ley electoral».

El argumento possista tuvo eco en el PJ. Leandro Martín, si bien se plantó en contra de una campaña sucia, expresó que «los muchachos de Con Vocación nos ventajearon políticamente. Demandamos que haya un respeto por la ley».

Para responder a los cuestionamientos, Abella Nazar indicó que «el trabajo del político es estar en la calle» y que “si alguien quiere hacer una denuncia las explicaciones serán dadas ante la Justicia».

Fontanet replicó que el representante legal de Espacio Abierto, una de las agrupaciones que apoyan a Gustavo Posse, denunció el 11 de septiembre ante la Justicia Electoral a Con Vocación por hacer proselitismo fuera del plazo legal. En el partido de Abella no recibieron aún notificación de esa denuncia.

El oficialismo también motorizó un proyecto de Comunicación para repudiar las diferentes acciones rayanas con la ilegalidad que perturban el proceso electoral, que fue rechazado por Con Vocación, que defendía su propia moción.

El Frente Renovador suscribió las denuncias expresadas por sus colegas vecinalistas. Pero al igual que el PJ y el concejal peronista Federico Gelay prefirieron abstenerse de votar alguno de esos dos proyectos en pugna. «Son las dos caras de la misma moneda, las dos fuerzas abrevan en Cambiemos», consideró el edil.

¿Quién gana en el barro de las acusaciones cruzadas? Con Vocación sostiene que se beneficia en este escenario pre electoral porque «nos sube al ring y nos posiciona. Que te pegue la fuerza que gobierna siempre es bueno», confió un dirigente a este medio.

No es la primera vez que la política local cae en métodos non sanctos, que suelen ser frecuentes en los últimos tiempos. Como víctimas fueron no sólo los opositores, sino también el propio jefe comunal, con la difusión de un vídeo íntimo.