Luego de una cumbre de más de tres horas, el Gobierno llegó a un acuerdo con los representantes de la CGT y de los empresarios para que ambas partes negocien un bono de fin de año con un piso de 2.000 pesos, que se definirá sector por sector. No se analizó el caso de los estatales.
«Esto es un documento político, no es un decreto, ni una orden judicial. Lo que sí manifiesta es un acuerdo de todos los que fueron hoy», afirmó el jefe de Gabinete, Marcos Peña, tras la reunión. Definieron asimismo que tras este primer encuentro volverán a sentarse el próximo 15 de noviembre y luego el 15 de diciembre.
A la conferencia de prensa en Casa Rosada que encabezó Peña también asistieron los ministros de Trabajo, Jorge Triaca; de Hacienda, Alfonso Prat Gay; de Producción, Francisco Cabrera; de Desarrollo Social, Carolina Stanley; y el secretario de Coordinación Interministerial, Mario Quintana, quienes participaron de la reunión «Diálogo para la producción y el trabajo».
Los funcionarios aclararon que el acuerdo no contempla a los trabajadores estatales. Además, dieron a entender que a raíz del bono no se avalará la reapertura de paritarias, como reclaman algunos sindicatos, y confiaron en que el paro de la CGT, cuya fecha nunca fue definida, quedará sin efecto.
Por la central obrera participaron los integrantes del triunvirato de secretarios generales, Carlos Acuña, Héctor Daer y Juan Carlos Schmid, junto a otros dirigentes sindicales. No obstante, Pablo Moyano, titular del gremio de Camioneros; Roberto Fernández, de UTA; y Armando Cavalieri, de Comercio, fueron algunos de los grandes ausentes del encuentro.
En tanto, la Iglesia envió una carta al presidente Macri agradeciendo y valorando la convocatoria a la mesa del diálogo. La esquela enviada al jefe de Estado lleva las firmas del presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, José María Arancedo; y del secretario general, Carlos Malfa.