Están un poco más cerca las elecciones legislativas y la mayoría de los políticos trabajan ya en eso; lo desmienten públicamente porque la agenda de la población es otra y está atravesada por una coyuntura de crisis. En ese sentido es notable la puja partidaria en el Concejo Deliberante de Tres de Febrero, donde el oficialismo cuenta entre propios y aliados sólo con un tercio de las manos.
Desde las filas del FpV – PJ, bloque presidido por Máximo Rodríguez, muestran los dientes y dieron varios indicios de que complicarán en todo lo que puedan a Cambiemos. En el Frente Renovador están divididas las aguas, pero priman hasta ahora las voces que privilegian la gobernabilidad de un distrito que viene de 24 años de Curto.
El quórum pasó a ser un aspecto central en el Deliberativo, tanto en el recinto como en las reuniones de comisión. De esta manera, la oposición mide fuerzas con una gestión encabezada por el intendente Valenzuela que precisa todo el tiempo consensuar y que no posee todavía un manejo político óptimo – a veces, todo lo contrario -.
El lunes, el HCD era un hervidero, varias comisiones debían sacar despachos impulsados por el Ejecutivo. El FpV y el massismo estiraron la cuerda lo más que pudieron. El martes no había muchas certezas; este miércoles confirmaron la sesión para el jueves.
El tema de discordia era el empréstito por 80 millones para maquinaria vial, establecido en el Presupuesto. Finalmente, será tratado directamente por la Asamblea de Mayores Contribuyentes. Se sabe que no acompañarán los ediles kirchneristas; y es probable que el FR opte por una abstención. Además, dicha asamblea deberá aprobar un nuevo gravamen para el bingo de Caseros, que aporta hoy apenas 20 mil pesos debido a la generosidad curtista.
En conclusión, el oficialismo no la tiene fácil de acá a fin de año, la agenda legislativa sigue con la Fiscal – Impositiva y el Presupuesto 2017.