Ciencia"Desde mi profesión trato de destruir todo tipo de estereotipo cultural"

«Desde mi profesión trato de destruir todo tipo de estereotipo cultural»

Daniela Lavalle es licenciada en Nutrición por la Universidad de Buenos Aires, con especialización en Administración de Servicios Alimentarios y posgrado en Vegetarianismo y Nutrición Deportiva. Conversamos con ella para conocer la relación que tenemos con nuestros cuerpos desde la alimentación y los estereotipos que la sociedad nos impone.

¿Qué relación hay entre el cuerpo y la alimentación?

Toda la relación. Hay una frase que simplificaría esta pregunta: somos lo que comemos. Es de Feuerbach, un filósofo Alemán. Esa frase la utilizamos mucho los nutricionistas, yo la utilizo siempre porque somos lo que comemos. Si nuestra alimentación es saludable, nuestro cuerpo va a estar sano. Está directamente relacionada la alimentación con nuestro cuerpo, desde lo funcional. Desde el funcionamiento de todos nuestros procesos metabólicos y sistemas, hasta también nuestras masas corporales. Obviamente, después hay otros factores que inciden, como la genética, si se hace deporte o no. Pero es muy probable que si la alimentación es buena, las proporciones de las masas corporales sean buenas también. Es decir, la relación entre la masa grasa, el tejido adiposo, nuestra densidad ósea, nuestra cantidad de agua en el cuerpo. Entonces, la relación es muy importante.

¿Qué comprende una alimentación saludable?

Significa una alimentación completa desde lo nutricional, desde la cantidad y calidad de nutrientes que se aporta. Es una alimentación completa, tiene todos los nutrientes. Puede haber diferentes proporciones, según la edad, según el peso, según los objetivos de cada persona. Si hacen actividad física o no, pero sí, es completa. Eso quiere decir que habrá gente que necesite más carbohidratos que otras, más proteínas que otras o más grasas que otras. Tiene los tres nutrientes más grandes que son hidratos, proteínas y grasas, y también aportamos vitaminas y minerales de manera adecuada. Una alimentación saludable es eso, completa en todo sentido. Cuando ya se altera algún tipo de nutriente pasaría a ser una dieta restrictiva. Por ejemplo, esto que está de moda de sacar los carbohidratos sería una dieta restrictiva, ya no sería saludable. Obviamente, toda alimentación saludable se debe acompañar con movimiento o actividad física. También, una alimentación saludable es aquella que me permite hacer mi vida de manera acorde a mis actividades, es aquella que me permite estar bien desde lo psicoemocional porque la alimentación no es sólo nutrirse, sino que comprende un montón de cosas. Comprende todos los aspectos de la vida, es como un buen promedio entre lo saludable desde lo nutricional, pero que involucre lo emocional y lo social.

¿Qué son los trastornos de alimentación?

Los trastornos de la alimentación o TCA, que en realidad es «trastornos de la conducta alimentaria», son trastornos graves, psicológicos, donde la persona altera su forma de comer y hay una preocupación muy importante y en muchos casos extrema de la imagen corporal. Puede haber fobia a los alimentos. Es miedo y alteraciones de tipo psicológica, pero toda la sintomatología pasa a través de la comida. Los tipos de TCA ahora se ampliaron, hay muchas desviaciones, pero básicamente la anorexia, la bulimia, los trastornos por atracón son los más conocidos. También está «la pica» que es un tipo de trastorno de la conducta alimentaria; está la bulimiarexia, que es una mezcla entre la bulimia y la anorexia. Después hay otros que tienen que ver quizá más con la preocupación por el cuerpo y, obviamente, hay una preocupación por los alimentos. Por ejemplo, hay un tipo de trastorno que tiene que ver con comer todo saludable y termina siendo esto una obsesión, como comer todo sano, toda esta onda fit conlleva a ese tipo de trastornos. Obviamente, en general hay una predisposición de la persona a sufrir este tipo de patologías. Pero el medio en el que uno se mueve, se rodea y se relaciona, muchas veces también conlleva a padecerlos.
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Desde lo nutricional, ¿de qué manera pueden tratarse?

Se trata de educación alimentaria. El tratamiento de los TCA no son sólo nutricionales, sino que son multidisciplinarios. Eso quiere decir que hay varias disciplinas, varias ramas de la medicina que se necesita abordar. Básicamente, la Psicología, la Psiquiatría si es necesario, la nutricionista, la parte clínica, el endocrinólogo o el ginecólogo. Como dije al principio, como la alimentación hace que nuestro cuerpo funcione bien, cuando no nos alimentamos de manera correcta, todos nuestros sistemas y metabolismo y funciones, están alterados. Si bien el TCA es de base, después se pueden tener otros tipos de patologías asociadas. Desde ya que se maneja en conjunto. El abordaje es principalmente psicológico y psiquiátrico en el caso que sea necesario.

¿Existe una presión social por mantener una vida saludable y un estereotipo de cuerpo?

Sí, existe. No en cuanto a tener una alimentación saludable, de eso se está tomando más conciencia. La presión social tiene que ver con el estereotipo de cuerpo. Desde mi profesión trato de destruir todo tipo de estereotipo cultural. A lo largo del tiempo fue siendo cada vez más marcado esto del estereotipo delgado. En muchos casos es genético y esta presión que las mujeres, sobre todo, aunque también se da mucho en hombres, tiene que ser delgada, hace que este tipo de patologías crezca cada vez más. Una cosa llevaría a la otra, pero en realidad, cuando la patología está presente la alimentación deja de ser saludable. Si la alimentación es saludable, todo funciona correctamente y es muy probable que ese trastorno no esté. Pero el tema es que el trastorno viene cuando no es posible llevar una alimentación saludable porque hay una afección psicológica que altera todo y que en muchos casos está dada por esta presión social. Como dije antes, también puede haber algún factor individual, pero mucho tiene que ver lo social, lo familiar y el entorno en el que uno se mueve.

¿Qué se puede hacer desde la sociedad para luchar contra los trastornos de alimentación?

Primero, dejar de hablar del cuerpo de uno, porque cuando hablamos de nuestro propio cuerpo le damos al otro lugar de opinar y de hablar del cuerpo de otros. Segundo, dejar de hablar de los cuerpos de los demás. Desde lo positivo y desde lo negativo. Eso de «ay qué flaca que estás, qué lindo, qué bien que te queda», hasta decir, «che, estás más gordita». Ese tipo de comentarios hay que dejar de utilizarlos porque eso genera cosas a nivel psicológico en cada persona. Cada persona es un mundo y no sabemos qué le está pasando en ese momento. Así como hay personas que les afecta tener, por ejemplo, sobrepeso, hay personas que les afecta ser muy delgadas. Yo tengo en mi consultorio gente muy delgada que tiene una preocupación por querer aumentar de peso. Este tipo de comentarios les afecta. Quizá son los menos, pero existen.
Por otro lado, que en los medios de comunicación, en la televisión, en las redes sociales, se incluya gente con todo tipo de cuerpos. Eso se ve claro sobre todo en televisión, desde un conductor, la gente que participa en los programas, bailarines, actores, actrices, en general tienen un cuerpo delgado. Parece que el cuerpo tiene que ser atlético, marcado, sin celulitis. Todo eso lleva a someterse a un montón de cosas desde lo estético, a hacer locuras. En los medios de comunicación que se incluya gente de todo tipo. En cuanto a la ropa que haya talles para todos los cuerpos. Eso que sean medidas universales no va más. No todos tenemos las mismas caderas, las mismas cinturas, la misma longitud de piernas. Tendría que haber ropa más del tipo unisex, incluyendo la diferencia de sexo también. Ropa unisex, holgada, que entren varios talles dentro de cada ropa. Que haya más diversidad, más variedad de talles.
Después, desde lo individual, la persona afectada o cualquier tipo de persona que le afecte, dejar de seguir esos personajes, influencers, actores, actrices, con cuerpos esculturales, por así llamarlos. Muchas veces las fotos que suben y los consejos que dan tienden a promover más este tipo de trastornos. Hacer una evaluación personal y decir, «si esto me afecta lo dejo de mirar». A veces es un círculo vicioso y nos termina afectando cada vez más. No consumir esas cosas sería la cuestión.

¿Las mujeres son más propensas a estar pendientes de su cuerpo?

En general se da que sí. Hay más mujeres, pero en las últimas décadas se fue viendo que también los hombres. Hay muchos hombres que son bastantes esclavos de su cuerpo, de la imagen y de la alimentación.

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