La última sesión del año en el Concejo Deliberante de San Isidro no fue la excepción a algunas otras de 2016. Un oficialismo sin quórum propio y un arco opositor decidido y abroquelado fue el escenario que se repitió el último miércoles. Por la paridad de fuerzas, las reformas a las Ordenanzas Fiscal e Impositiva y el Presupuesto 2017 fueron aprobados gracias al desempate de Carlos Castellano, presidente del Cuerpo.
IMPUESTAZO O DESFINANCIACIÓN
Las modificaciones de la Fiscal e Impositiva enviadas por el Departamento Ejecutivo, que establecen un aumento de hasta un 35% en las tasas, se deliberaron en la Asamblea de Mayores Contribuyentes. El primer incremento (10%) se verá en las boletas en enero próximo, pero el restante 25% lo aplicará el Ejecutivo de manera escalonada.
El presidente de la Comisión de Hacienda, Pablo Fontanet (Espacio Abierto-Cambiemos), defendió el proyecto afirmando que “no se crean tasas ni impuesto nuevos y mantenemos una base tributaria fija”. Pero acusó que “las mismas fuerzas que votaron en Diputados el mamarracho de Ganancias son las que hoy quieren desfinanciar al municipio”, en clara alusión a las bancadas peronistas y Libres de Sur.
Los Mayores Contribuyentes tuvieron la palabra, pero se destacó el ex presidente del HCD Rodrigo Jorge. Defendió los aumentos calculando que “cuando pago la tasa tengo que ver lo que San Isidro me da en educación, salud, cultura, seguridad. El sanisidrense demostró que quiere seguir pagando”.
Sin embargo, los ediles opositores pusieron en duda el monto real de las actualizaciones pasadas y futuras. “El ABL de 2016 aumentó el 48% y no el 28% como miente el oficialismo”, denunció Marcos Hilding-Ohlsson (ConVocación por San Isidro). En este sentido, el bloque vecinalista calificó esta medida de “impuestazo”, acompañados con los carteles que presentaban sus adherentes.
Otras de las críticas apuntaron a la complicada economía de vecinos y pequeños empresarios. Por su parte, Leandro Martín (Partido Justicialista) describió el aumento como “disfuncional, apartado de la realidad y con un alto nivel de abuso de la capacidad contributiva de los vecinos”.
A su turno, Marcela Durrieu, presidenta del Bloque Frente Renovador, afirmó: “Hacemos un mal diagnóstico si creemos que San Isidro es un municipio rico y todos pueden pagar. Tenemos un envejecimiento de nuestra población, crece el porcentaje de jubilados”.
A su vez, Federico Gelay (Consenso por San Isidro) detalló, “la tasa de Seguridad e Higiene, que grava a los comercios e industrias, creció más que el ABL”.
El oficialista Jorge Álvarez coincidió con este dato, pero le dio un enfoque inverso. “La carga fiscal va cada vez más sobre las grandes empresas. Le quitamos peso a los contribuyentes menores y pagan los que más tienen”. Tras lo cual concluyó Fontanet: “Los negocios no cierran porque suben las tasas municipales”.
DELEGAR O DAR HERRAMIENTAS
Otro tema espinoso fue la determinación de atribuir al Departamento Ejecutivo la capacidad de aumentar tasas sin pasar por el Deliberante. Hilding-Ohlsson avisó que “si la aprobamos no le vamos a poder decir al vecino cuánto aumentan las tasas, porque depende del humor del intendente”.
Desde la vereda de enfrente no se callaron. “No delegamos facultades, damos herramientas para gobernar. Que se deje de desinformar a los vecinos”, defendió Álvarez.
PRESUPUESTO SIN MODIFICACIONES
A la hora de tratar el Presupuesto, el texto, que finalmente se aprobó sin modificaciones, estipula para 2017 recursos por 4.916 millones de pesos. Entre los ítems destacados, Espacios Públicos, que abarca limpieza, alumbrado y obras, se lleva el 33% de los gastos. El 22% será para el sistema de salud municipal y el 12%, seguridad.
“Es un 20% más de recursos que el presente año. El 65% son fondos propios y el resto proviene de la Coparticipación provincial”, detalló Fontanet. “Los municipios vienen sumando atribuciones, por eso debemos trabajar para tener más autonomía”, señaló.
Los señalamientos de la oposición se enfocaron en que las obras más importantes se realizan con financiamiento bonaerense, como el futuro túnel de la calle Sarratea y la ampliación de Paraná. También consideraron que las partidas de Salud crecen para el Hospital Central en detrimento de los centros de atención primaria, donde según Gelay, se observa “precarización”.
Elizabeth Aguirre puntualizó sobre el presupuesto de la Dirección de la Mujer. “Lo que se destina es un 0.34% del total, que alcanza apenas para pagar sueldos. Mientras una mujer es asesinada cada 36 horas no podemos hacer políticas con buena voluntad”.
El debate por las dos normativas claves para la gestión municipal de Gustavo Posse fue maratónico. Se extendió desde el mediodía hasta pasadas las 21 horas. En ambas, las votaciones nominales fueron idénticas.
Por la afirmativa votaron Carlos Castellano, Pablo Fontanet, Juana Posse y Claudia Núñez (Espacio Abierto – Cambiemos); Andrés Rolón, Elvira Ares, María Eugenia Arena y Hernán Marota (Acción Vecinal – Cambiemos); Carlos Juncos (Unión Cívica Radical – Cambiemos), Jorge Álvarez (Unión Cívica). También los aliados del PRO Rodrigo Seguín y Rosalía Fucello.
Por la negativa lo hicieron Marcela Durrieu, Gonzalo Beccar Varela y Juan Medina (Frente Renovador); Leandro Martín, Fabián Brest y Juan Ottavis (Partido Justicialista); Manuel Abella Nazar, Marcos Hilding Ohlsson, Clarisa Demattei y Martín Lutufyan (ConVocación por San Isidro); Federico Gelay (Consenso por San Isidro) y Elizabeth Aguirre (Libres del Sur).