El cadáver que apareció el jueves en José León Suárez es el de Araceli Fulles, la chica de 22 años que había desaparecido en la madrugada del 2 de abril.
Así lo confirmaron fuentes oficiales. En el hallazgo fueron clave los perros policiales. Semienterrado, el cuerpo estaba en una casa que fue allanada por segunda vez y pertenece a la mamá del principal sospechoso, Darío Badaracco, quien sigue prófugo.
Los investigadores pudieron hacer la identificación gracias a «tatuajes» que son «coincidentes» con los de Araceli. Paso previo a la realización de la autopsia.
Los informes preliminares de los forenses permiten suponer que la chica murió hace unos 25 días, es decir poco después de que la vieran por última vez.
En la causa hay 6 detenidos. Fuentes de la investigación dijeron que se trata de 2 hermanos de apellido Ávalos (Jonathan de 29 años y Emanuel, de 25), acusados de homicidio calificado igual que Carlos Cassalz (34) y Marcos Ibarra (32). Los otros 2 son Hugo Martín Cabañas (46) y Marcelo Ezequiel Escobedo (37), aprehendidos por el encubrimiento de Darío Badaracco (29).
Asuntos Internos de la Policía Bonaerense desplazó a 3 policías. Uno es hermano de 2 detenidos: Elián Ávalos, numerario en Tres de Febrero. Los otros son el subcomisario Hernán Humbert, titular de la Comisaria 8 de San Martín, y el oficial principal José Herlein, numerario de la 5 en San Martín.
Sospechan de su falta de rigurosidad al hacer los procedimientos y de posibles filtraciones que colaboraron en la huida de Badaracco, quien había declarado como testigo en la causa. En esa ocasión dijo que en su camión tuvo un encuentro sexual con Araceli en la madrugada de su desaparición, pero no sabía qué había hecho ella después.
Araceli estuvo en el último recital del Indio Solari, en Olavarría. También le gustaba mucho Callejeros. Y era muy hincha de River: tenía un tatuaje que ayudó a identificar su cuerpo.