Un operador financiero y cambiario brasileño condenado por la justicia de su país por su rol en la investigación Lava Jato transfirió más de medio millón de dólares a una cuenta del actual titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, en cinco pagos que comenzaron un día después de que, en septiembre de 2013, se reactivara el contrato para el soterramiento del tren Sarmiento para el gigante brasileño Odebrecht.
Ese operador y cambista paulista llamado Leonardo Meirelles se acogió luego al régimen de la «delación premiada», y aportó documentación sobre miles de transferencias que hizo para Odebrecht y otras empresas brasileñas, según surge de los registros de transferencias bancarias que integran la investigación sobre Lava Jato en Brasil. El diario La Nación obtuvo copias de esa documentación como parte de un proyecto periodístico colaborativo liderado por el equipo peruano IDL Reporteros.
Meirelles transfirió un total de 594.518 de dólares mediante cinco giros a una cuenta en Suiza de Arribas entre el 25 y 27 de septiembre de 2013, desde una cuenta bancaria en Hong Kong que el operador brasileño controlaba a través de la empresa RFY Import & Export Limited, que la justicia de su país ya calificó como «empresa de fachada», destinada al pago de coimas, lavado de activos y evasión.
Cuando Meirelles ordenó esas cinco transferencias, Arribas vivía en Brasil, donde se dedicaba a la compraventa de jugadores de fútbol. Para entonces tenía una antigua relación de amistad y confianza con el actual presidente Mauricio Macri, en ese momento jefe de Gobierno porteño.
En tanto, no aparecen los motivos de esos pagos. Sólo figura que se transfirieron a la cuenta en la sucursal Zurich del Credit Suisse que el actual jefe de los espías informó en la declaración jurada que presentó ante la Oficina Anticorrupción (OA).
Conocido como «doleiro», es decir, operador en el mercado ilegal de cambios brasileño, el equivalente al «cuevero» de la city porteña, el propio Meirelles confirmó que pagó «propinas» en la Argentina.
Meirelles así lo admitió durante la entrevista que concedió a IDL Reporteros, en el aeropuerto de San Pablo, el 11 de julio de 2015. Detalló que participó en «un total de 3000 o 3500 operaciones [pagos] en cuatro años, que se hicieron entre 2009 y 2014. Estamos hablando de 240 millones de dólares, que yo pagué en mis empresas en Hong Kong, tanto depósitos como pagos, en Panamá, la Argentina y así».
Desde el entorno del «doleiro» indicaron que «esas transferencias en efecto se realizaron y probablemente fueron irregulares», y deslizaron que, más que Meirelles, «el que tiene la información más precisa es Youssef», en alusión a Alberto Youssef, su socio y jefe, que también fue condenado a prisión por el juez del Lava Jato, Sergio Moro, y que también se acogió a la «delación premiada».
El momento en que Meirelles concretó esas transferencias es singular porque en coincidencia con el depósito de los casi 600.000 dólares por parte de Meirelles a la cuenta de Arribas, cobraba un nuevo impulso el proyecto para el soterramiento del tren Sarmiento (a cargo del consorcio de empresas integrado por Odebrecht, la argentina Iecsa de Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri, la española Comsa y la italiana Ghella).
El entonces secretario de Transporte Ricardo Jaime comenzó a cobrar la coima que había acordado con Odebrecht, según consta en unos correos electrónicos que su testaferro, Manuel Vázquez, cruzó con los operadores de la constructora brasileña, y que los investigadores del Lava Jato lograron recuperar.
Sin embargo, a medida que el proyecto entró otra vez en un letargo, se suspendió el flujo de dinero negro. Hasta que en febrero de 2010, Vázquez llegó a enviarle un e-mail a un representante de Odebrecht en Buenos Aires, Mauricio Couri Ribeiro, para reclamarle 80.000 dólares que le adeudaban desde hacía un año, según la documentación recabada por los investigadores del Lava Jato.
Aun así, el proyecto continuó en suspenso. Hasta que el 30 de agosto de 2013, el kirchnerismo publicó el decreto 1244 con el que creó la unidad ejecutora para esa obra, financiada con 700 millones de pesos del Estado nacional y un crédito otorgado por el Banco de Desarrollo (BNDS) brasileño por otros 1500 millones de dólares.Veinticinco días después de la publicación de ese decreto, la constructora brasileña anunciaba su beneplácito en su página oficial de Internet.
Un día después, el miércoles 25 de septiembre de 2013, Meirelles dispuso la primera transferencia a la cuenta de Arribas por 154.666 dólares en su cuenta 373645-5, en la sucursal Zurich del Credit Suisse. Al día siguiente, jueves 26, otros 70.500 -la que sí admitió el entorno del actual jefe de la AFI-. Y el viernes 27, tres transferencias más por 120.352, 90.000 y 159.000 dólares. Total: 594.518 dólares.
Todas esas transferencias registraron el mismo origen: la cuenta bancaria 313-0-025652-9 en el Standard Chartered Bank Hong Kong de una sociedad controlada por Meirelles RFY Import & Export Limited.
YOUSSEF
El propio Youssef reconoció ante la justicia de su país que utilizó esa cuenta de RFY Import & Export Ltd para pagar 4,2 millones de dólares «que Odebrecht se comprometió a depositar en el exterior» entre septiembre de 2001 y mayo de 2012. Es decir, un año y medio antes de los giros que desde esa misma cuenta se enviaron a la cuenta en Suiza al actual jefe de la AFI.
Ya en abril de 2015, en tanto, el juez Moro consideró probados los roles de Youssef y los Meirelles en la operatoria ilegal. También concluyó que usaron a RFY Import & Export y a otras compañías offshore para «transferencias internacionales mediante contratos cambiarios [basados en] importaciones ficticias».
Con esas evidencias, Moro condenó a los tres. A Leonardo Meirelles, a 5 años de reclusión; a su hermano Leandro, a 4 años de reclusión, y a Youssef se lo redujo a 3 años y medio de reclusión porque, aunque su rol fue mayor, se sumó a la «delación premiada», admitió su rol en las coimas de Odebrecht y aportó evidencias, lo mismo que haría luego Leonardo Meirelles.
Tras el quiebre de su ex CEO, Marcelo Odebrecht, y otros 77 ejecutivos, incluso la multinacional brasileña también comenzó a colaborar. Así selló un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos que se difundió a fines de diciembre pasado. Uno de los datos que aportó la constructora fue que en 2008 se comprometió a pagar sobornos para ganar un proyecto y que, por ese motivo, entre 2011 y 2014 pagó 2,9 millones de dólares en coimas a funcionarios argentinos a través de un intermediario. Podría ser Vázquez.
La empresa Odebrecht también admitió que entre 2011 y 2014 pagó coimas «adicionales» por «aproximadamente» 500.000 dólares a cuentas privadas «de un intermediario bajo el entendimiento de que los pagos eran para beneficio de funcionarios públicos argentinos». Esa suma es similar a la transferida a la cuenta de Arribas, pero el Departamento de Justicia no detalló a quién le pagó Odebretch.
LA RESPUESTA DE ARRIBAS
El titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Gustavo Arribas, negó a través de un comunicado cualquier relación con la empresa Odebrecht, con el operador y cambista paulista Leonardo Meirelles y con el caso Lava Jato.
El comunicado completo de Arribas:
«En razón de la construcción periodística que pretende vincularme con los hechos investigados en el Lava Jato de manera antojadiza y temeraria me veo en la obligación de informar que la transferencia de 70.475 dólares que efectivamente se acreditó en mi cuenta, corresponde a parte del pago del precio por la compraventa de un inmueble de mi propiedad de la Ciudad de San Pablo.
Respecto de los demás dichos del periodista, citados en la nota de referencia, reitero tal como le fue explicado con carácter previo a la publicación que nos ocupa, que niego enfáticamente haber recibido las otras transferencias que me adjudica. Además, niego absolutamente tener vinculación alguna con la empresa Oderbrecht, con Leonardo Meirelles Alberto Youssef y/o cualquier persona involucrada en la investigación del Lava Jato.
Lamento, entonces, que se haya priorizado la publicación de un artículo con apreciaciones subjetivas, maliciosas y direccionadas antes que la búsqueda de la verdad. Finalmente me pongo a entera disposición de la Justicia para efectuar los aportes que pudieran ser necesarios».