Lejos de amedrentarse por llegar a las PASO con boleta corta, Federico Gelay, quien busca su reelección en el Concejo Deliberante de San Isidro, está entusiasmado con el resultado de agosto. En diálogo con Guía de Noticias recordó que “formamos una lista que representa a las seis localidades de San Isidro (…). Con actores de las pequeñas comunidades y con presencia gremial”.
Además, remarcó que “se construyó un nivel de conocimiento grande por nuestro trabajo en las instituciones intermedias, con los colegios públicos». De hecho, Suteba es parte de la nómina.
La otra opción cristinista es la encabezada por Fernanda Miño, trabajadora social emparentada con La Cámpora, lista que Gelay califica como “de la súper estructura, del aparato, la que decide proscribir a los compañeros de este colectivo y no dar una interna mano a mano como correspondía”, como contraposición indicó, “somos la boleta de la militancia, de las pequeñas comunidades, de los sindicatos combativos, representativa del campo popular. No sé qué pueden mostrar los otros”.
“Esto hace que en una elección seamos muy optimistas – señaló -. No tenemos miedo en lo absoluto de enfrentar una boleta larga. En verdad, el intento fue dejarnos afuera de la elección y la Justicia nos avaló. Esta boleta corta le va a ganar a la larga, el peronismo de la victoria vencerá al peronismo de la derrota, que encabeza Teresa García, porque la diputada es valiosa en la súper estructura, pero a nivel distrital no ganó una elección en 25 años y eso le quebró el espíritu a muchos compañeros que dejaron de militar después de tantas derrotas”.
El empresario tuvo asimismo algunas palabras dirigidas a otros dirigentes peronistas de la oposición. “No nos interpelan estos personajes, que fueron de derrota en derrota, que alcanzan cargos provinciales y nacionales y se olvidan de la militancia”. Y fue más lejos, “en el Concejo las votaciones 23 a 1 no son casualidad. Para mí ser uno en esas condiciones es un orgullo, porque no voto con el possismo”.
Concluyó: “Planteamos que el San Isidro de los próximos 20 años debe ser otra cosa, no esta mera administración de recursos públicos. Tiene que ser un municipio abierto a la tecnología, con cercanía con el vecino, con respeto del espacio público”.