Cuenta regresiva para las elecciones bonaerenses del domingo 7 de septiembre. A partir del desenganche con la votación nacional cobraron mayor relevancia los territorios y, en ese sentido, parte de la lupa de los votantes está puesta en las gestiones distritales. Eso lo sabe de sobra el primer candidato a concejal del oficialismo de San Isidro, Jorge “pana” Álvarez.

Esta ocasión es asimismo el primer desafío del gobierno local conducido por Ramón Lanús, quien obtuvo la Intendencia por el 48 por ciento de los votos. Consultado por Guía de Noticias, “Pana” Álvarez señaló, “ahora buscamos un respaldo de los vecinos. Entendemos que estamos a mitad de camino y el objetivo es llegar a 2027 con una ciudad en la cual se vea sustancialmente una transformación, y que luego el pueblo elija”.

“Llegamos con la ansiedad de escuchar en las urnas lo que escuchamos todos los días en la calle. Conocer de primera mano la opinión de la gente, que vemos en nuestras recorridas de gestión, pero ver cómo se transforma en un voto trae muchas expectativas”, contó el funcionario de origen radical.

¿Cuáles cree que son los aspectos que los vecinos podrían ponderar de la gestión?

Lo primero que considero que se puede ponderar de la administración de Ramón Lanús es haber puesto a San Isidro de nuevo en movimiento; era un municipio que estaba estancado. En este tiempo hicimos muchas cosas, renovamos todo el desarrollo administrativo del municipio, transformamos las calles con baches y pozos, en obra pública con hormigón de calidad. Les devolvimos a los vecinos la tranquilidad. También puedo citar los cambios en los campos de deportes. Esta elección nos encuentra en pleno movimiento.

Por el contrario, ¿qué hay pendiente? ¿Cuáles son los desafíos en el Concejo Deliberante?

El HCD va a encender la acción de gobierno. Tuvimos debilidad en el Concejo en estos 20 meses y trajo falencia institucional que significó traspiés en objetivos estratégicos para el cambio, sobre todo, en la zona oeste del distrito, Boulogne y Villa Adelina, que son los barrios más postergados. Tenemos que lograr que la oposición entienda que quien gobierna es Ramón Lanús y que el fin es ver cómo ayudamos a los vecinos para que vivan mejor.

¿La oposición obstaculiza la gestión?

El ejemplo fue el rechazo unánime al proyecto de modernización en el oeste, cuando propusimos una actualización del Código de Ordenamiento Urbano que permita que en las inmediaciones del ferrocarril Belgrano y en el centro de Boulogne se permita el desarrollo de viviendas, para facilitar su acceso a más personas. De la misma manera, la oposición frenó la creación de un nuevo espacio público en torno al Arsenal 601.

¿Es sólo la oposición o parte de la población no quiere el avance de determinados desarrollos inmobiliarios?

No, lo circunscribo a la dirigencia política y a los partidos con representación en el Concejo Deliberante, porque tanto los comerciantes, como muchos vecinos de la zona, nos piden a gritos la modernización, así hay desarrollo de densidad que provoque más actividad comercial. Se busca un cambio sin afectar la fisonomía de estas localidades.
Muchas veces, en los conflictos urbanos, cuando hay intentos de modernización, aparecen grupos que se auto perciben como los dueños de la voz de los vecinos. Hay que ser respetuosos de las opiniones, pero también de las instituciones; los ciudadanos eligen gobernantes para tomar decisiones

Da la impresión que la grieta goza de buena salud, por lo menos hasta las elecciones de octubre. ¿Ve chance de que haya algún reseteo de la política?

Deseo que todos bajemos un poco la intensidad y que dialoguemos más. Creo que la Argentina lo necesita.